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Moh: “Desde los servicios sanitarios se puede desempeñar un papel crucial para ayudar a las mujeres que sufren violencia”
19/10/2021
• Haouari: “La atención sanitaria tiene que ayudar a la mujer a reconocer que está ante un gran problema y el riesgo que supone”
• Lorente: “Las mujeres que sufren violencia tienen un 40% más alto el riesgo de muerte debido a enfermedades cardiometabólicas”
“Desde los servicios sanitarios se puede desempeñar un papel crucial para ayudar a las mujeres que sufren violencia, ya que la mayoría de ellas requieren estos servicios en algún momento de su vida, a raíz de sufrir malos tratos”.
La Delegada del Gobierno, Sabrina Moh, junto con el Director Territorial del Ingesa, Omar Haouari, ha inaugurado esta tarde las Jornadas sobre violencia de género y atención sanitaria que se están llevando a cabo en el Salón de Actos del Campus de Melilla de la Universidad de Granada (UGR).
Las jornadas, organizadas por la Unidad Contra la Violencia de Género y el Ingesa, han arrancado hoy con la presencia de Moh, Haouari, la responsable de la Unidad, Laura Segura, y la Consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño.
“La consulta de Atención Primaria posibilita el establecimiento de relaciones de confianza que ayudan a la mujer a reconocer y afrontar su situación”, ha señalado la máxima representante del Gobierno de la Nación en nuestra ciudad, que también ha hecho referencia a que dichas consultas posibilitan que los profesionales de la salud puedan identificar las necesidades de salud de estas víctimas, las de sus hijos o hijas y los recursos a los que derivar para una atención integral.
De ahí, ha agregado, la importancia de jornadas como ésta, “para ir avanzando y perfeccionando la formación de nuestros profesionales sanitarios, para mejorar la coordinación entre los agentes implicados y para dar a conocer la dimensión del problema a la sociedad”.
En su intervención, la Delegada ha apuntado que la violencia de género es un problema que ocasiona graves problemas de salud física, psíquica, sexual y reproductiva para la mujer y que también afecta a la salud y bienestar de sus hijos, hijas y personas a su cargo.
En este escenario, se ha referido a los profesionales de la salud a los que se les forma cada vez más para ayudar a las mujeres que sufren maltrato, y principalmente los profesionales de los centros de salud, ya que “por la cercanía y accesibilidad, son claves para detectarlo, intervenir precozmente y derivar a otros servicios o recursos, si fuese necesario”.
En este punto, la Delegada ha hecho referencia al protocolo de actuación del Ingesa para dar respuesta a la violencia de género. Un protocolo, ha señalado, tanto para esta detección precoz como para la valoración y actuación ante los casos detectados y el seguimiento de los mismos, “con una finalidad clara como es ofrecer orientaciones al personal sanitario para la atención integral —física, psicológica, emocional y social— a las mujeres que sufren violencia de género y que acuden a un centro sanitario”.
El objetivo, su seguridad
Por su lado, el Director Territorial del Ingesa, Omar Haouari, ha reconocido que, en ocasiones, es difícil detectar los malos tratos “porque en su fase inicial no dejan señales físicas visibles” y, ahí, ha remarcado, “en ese momento del proceso, si el personal sanitario está debidamente formado y sensibilizado, su papel es crucial para identificar otros síntomas que pueden señalar una violencia escondida”.
El doctor Haouari también ha señalado que, cuando ya es clara la evidencia de que existe esa violencia, “la atención sanitaria tiene que ayudar a la mujer a que reconozca que está ante un gran problema y del riesgo que supone para ella y su familia”. “El objetivo primordial es su seguridad”, ha subrayado.
Pero no solo eso y es que, tal y como ha explicado, además de tratar las consecuencias físicas y psicológicas del maltrato, la Atención Primaria debe facilitar a la víctima información de todos los recursos que están a su disposición. “Es muy importante que la atención sanitaria contribuya a que los casos estén bien documentados para que tengan verdadera utilidad en un proceso judicial”, ha señalado.
La punta del iceberg
Laura Segura ha subrayado que los profesionales de la salud son un elemento clave en la cadena de la violencia, dado que son un elemento de detección y porque tienen capacidad de llegar a muchas mujeres “a las que en este momento no estamos llegando”.
Y es que, tal como ha explicado, las denuncias “son solo la punta del iceberg y, por lo tanto, tenemos que llegar a otros espacios como es el ámbito sanitario”. “Todas las mujeres y todos los menores pasan, en un momento de su vida, por un espacio sanitario, por lo tanto, creemos que es fundamental trabajar la formación de los profesionales en este sentido”, ha señalado.
Por su parte el Profesor Titular de Medicina Legal en la Universidad de Granada y ex Delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha explicado que, cuando una mujer sufre violencia “lo que sufre es un problema de salud”.
“La violencia tiene unas consecuencias de carácter jurídico, judicial, policial, forense… y hay que actuar en consecuencia, pero la víctima lo que sufre es un problema de salud”, ha relatado.
Así, ha explicado que generalmente la violencia se asocia a la agresión y la agresión a la lesión, sin embargo la Organización Mundial de la Salud recoge que las mujeres sufren un deterioro de su salud física y psicológica progresivo. “Van entrando en un deterioro consecuencia del estrés crónico, de las situaciones de tensión, de ansiedad, de depresión… que se genera alrededor de la violencia”, ha señalado.
“Las mujeres que sufren violencia tienen un 40% más alto el riesgo de muerte debido a enfermedades cardiometabólicas, debido al estrés crónico”, ha revelado. Por ello, ha afirmado que la violencia “mata no solo con los asesinatos sino con ese deterioro que produce en la salud”. Y, debido a eso, ha hecho hincapié en que el ámbito de la salud “es fundamental para ese tratamiento que no va a resolverse con una sentencia judicial”.
Lorente ha informado de que en España se denuncia un 25% de las violencias. Por ese motivo ha señalado que hay que detectar los casos en los lugares donde están las mujeres que sufren la violencia. “Si en la Justicia está el 25% de las mujeres que sufren la violencia, el 100% de ellas están en los espacios sanitarios y además están con frecuencia”, ha expuesto, dado que las mujeres que sufren violencia acuden un 30% más a estos espacios.
Algo, ha apostillado, que se debe a que el deterioro que sufren les producen dolores de cabeza, pérdida del conocimiento, mareos, infecciones respiratorias problemas genitourinarios… “Todo ese impacto en la salud debe ser detectado y desarrollar una estrategia diferente para ser capaces de canalizar esa situación, para que la denuncia no sea el punto de salida”, ha concluido.