El Instituto Geográfico Nacional completa la publicación digital del Mapa Topográfico Nacional de La Rioja, a escala 1:50.000.
20/02/2009
·Las últimashojas editadas del “MTN50”, a escala 1:50.000, son los números 170 y 203, cuyas denominaciones son “Haro” y “Nájera”.
·La Directiva Europea “INSPIRE”, posibilitará que la información del territorio se capture una sola vez, por la administración más cercana al territorio, evitando duplicidades.
El Instituto Geográfico Nacional ha terminado la nueva publicación digital del Mapa Topográfico Nacional “MTN50”, hojas números 170 y 203, a escala 1:50.000,cuyas denominaciones son “Haro” y “Nájera”, respectivamente, y que han sido elaboradas por el Servicio Regional del IGN en La Rioja. Con esta edición, se completa prácticamente la publicación digital de las 20 hojas que integran el mapa riojano a escala 1:50.000, que fue emprendida hace más de diez años. También ha efectuado la reimpresión, por haberse agotado, del MTN25, hojas 240-1, 2 y 3 y 278-1 cuyos nombres son “Valgañón, Ezcaray, Cruz de la Demanda y Canales de la Sierra”, respectivamente.
El Instituto Geográfico Nacional tiene entre sus competencias la realización de la cartografía oficial del territorio español a escalas medias, a través de las series oficiales a escala 1:25.000 y 1:50.000. En La Rioja, el Servicio Regional del IGN, se encuentra integrado en la estructura administrativa de la Delegación del Gobierno y abarca y atiende los territorios de La Rioja y Navarra.
Hasta la irrupción del equipamiento informático en el mundo de la cartografía, la información del territorio se obtenía en diferentes fases por métodos analógicos. El producto final obtenido era la hoja del mapa, que reproducía una parte del territorio con la escala de referencia. En el caso de la “Serie a escala 1:50.000”, un 1mm en el mapa representa 50 metros sobre el terreno, lo que significa que un determinado accidente geográfico de 10 kilómetros en la realidad se representa por una línea de 20 cm.
La primera hoja que se realizó en España del mapa, a escala1:50.000,fue la 559-Madrid, realizada en el año 1875, mientras que la última de la serie fue la 1125-San Nicolás de Tolentino (Las Palmas), realizada en 1968. Por tanto, se tardaron casi cien años en completar la primera versión de la serie, compuesta por 1125 hojas, de forma analógica.
Para poder disponer de todo el territorio cartografiado de forma homogénea, se dividió el mismo en porciones de 20´ de latitud por 30´ de longitud a las que se dio un número correlativo para obtener la “Serie a escala 1:50.000”. Muchos años después, cuando las necesidades cartográficas de la sociedad se incrementaron como consecuencia de los avances en infraestructuras, se dividió cada una de las hojas de la “Serie a escala 1:50.000”. en cuatro partes, obteniendo así la “Serie a escala 1:25.000”.
La primera hoja de esta “Serie a escala 1:25.000” se inició en los años 60 del pasado siglo y en medio de la realización de las 4123 hojas de la serie se produjo la revolución informática, que ha permitido obtener todas las hojas en formato digital en menos de 15 años. Una vez finalizadas las hojas comenzó la fase de actualización de su contenido. Se estima que una media del 10% de los elementos geográficos contenidos en una hoja del mapa varía anualmente, por lo que en unos pocos años pueden quedar desfasadas. Ello obliga a realizar continuas actualizaciones de su contenido, que dan lugar periódicamente a nuevas versiones de las hojas.
Con el paso del tiempo, las hojas publicadas van cediendo el testigo a la información geográfica digital. La generalización del uso de los navegadores GPS o de herramientas de Internet, como Google Maps o Google Herat, ha provocado un incremento exponencial de la demanda digital, dejando obsoletos los conceptos del recorte por hojas, dado que se trabaja con una información continua del territorio, e incluso de la propia escala, pues con hacer un ZOOM en pantalla los elementos se presentan con otro nivel de representación.
La informatización de los procedimientos digitales de captura y tratamiento de la información geográfica se realizó en la década de los 90, con la participación activa del Servicio Regional del Rioja y Navarra. En él se programaron las aplicaciones necesarias y se probaron para demostrar su valía, obteniendo una cobertura completa de las hojas de ambas Comunidades Autónomas con mucha antelación con respecto al resto de España.
Asunto importante es la colaboración entre las diferentes administraciones para la obtención de cartografía digital. Puede decirse que en la actualidad existe un importante esfuerzo de colaboración entre todas las administraciones que está llevando a unos resultados favorablemente reconocidos y puestos como ejemplo de actuación en toda Europa. En este sentido, los convenios suscritos por dichas administraciones, coordinados por el Instituto Geográfico Nacional, han permitido la planificación de vuelos cofinanciados con una periodicidad menor y la puesta en común de las imágenes digitales. Todo lo contrario de lo que sucedía en tiempos no muy lejanos, en los que diferentes Ministerios y Comunidades efectuaban continuos vuelos sobre el territorio, para capturar imágenes que no eran compartidas.