Pedro Blanco destaca la figura de Francisco Asorey en Santiago como “un revolucionario del arte capaz de cambiar el mundo con sus ideas”

Pedro Blanco destaca la figura de Francisco Asorey en Santiago como “un revolucionario del arte capaz de cambiar el mundo con sus ideas”

02/07/2024

El delegado del Gobierno destacó la capacidad que tuvo el artista para situar a Galicia en el mapa de la escultura moderna a nivel internacional
Subrayó la acción del Gobierno para preservar e incentivar el patrimonio gallego, a través de mejoras como la del Pazo de Raxoi o la de la Catedral compostelana


El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, destacó la figura de Francisco Asorey como “uno de los revolucionarios más importantes del arte gallega, capaz de cambiar el mundo a través de sus ideas”. Pedro Blanco intervino en el acto de homenaje del 63 aniversario de la muerte de Asorey en Santiago de Compostela, organizado por la Real Academia de Belas Artes. Asistieron la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, y el presidente de la Real Academia de Belas Artes, Manuel Quintana Martelo, así como otras autoridades y familiares del artista.
 
Pedro Blanco hizo hincapié en la importancia que tienen en el presente los valores que movían a Asorey, sustentados en la palabra, en la cultura y en el arte. Valoró la capacidad del artista para situar a Galicia en el mapa de la escultura moderna, “siendo Asorey uno de los representantes más importantes de la renovación escultórica española del siglo XX”. El delegado destacó las dotes del escultor para “darle vida y sentimiento a materiales inertes, algo que lo convertía, prácticamente, en un hechicero de la naturaleza”.
 
“Actos como el de hoy, que ponen de relieve a figura de grandes figuras de la cultura gallega como Francisco Asorey, sirven para hacer atemporal nuestro arte, consiguiendo que las obras más importantes de ella lleguen a todos los públicos, a grandes y pequeños”, recordó el delegado. Se detuvo en este tema, subrayando también la acción del Gobierno para preservar e incentivar el patrimonio gallego, “a través de labores de mejora como los ejecutados en la propia ciudad de Compostela, en su Catedral o en edificios tan singulares como el Pazo de Raxoi o el Hostal de los Reyes Católicos”.