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José Blanco supervisa las obras del nuevo puente sobre el Miño (Lugo)
05/02/2011
• Fomento ha destinado más de 27 millones de euros para la construcción de esta nueva infraestructura para la ciudad
• El avance de las obras permitirá su puesta en marcha este año, tal y como había comprometido el ministro
Lugo, 5 de febrero de 2011 (Ministerio de Fomento).
El ministro de Fomento, José Blanco, ha realizado hoy una visita a las obras del nuevo puente sobre el río Miño en Lugo para comprobar el gran avance de las mismas, lo que permitirá su puesta en servicio en 2011.
El nuevo puente sobre el río Miño de Lugo permitirá mejorar la accesibilidad al casco urbano desde el suroeste de la ciudad, sustituyendo en esta función al antiguo puente romano que soportaba altas intensidades de tráfico (12.000 vehículos al día).
Las obras comenzaron en 2009 y se prevé que esté en servicio este año, tal y como había comprometido el ministro. Fomento ha destinado más de 27 millones de euros a la construcción de esta infraestructura para Lugo.
En el marco de esta actuación, además del nuevo puente sobre el Miño, se están construyendo los viales necesarios para conectar, la actual circunvalación (N-VI) con las carreteras del sur de la ciudad. Concretamente, la carretera de Portomarín (LU-612), con la que conecta a la altura del nacimiento del Regato Chousa da Fonte y la antigua carretera de Santiago (N-543), con la que conecta a la altura del acceso al Policlínico Lucense, dando acceso al barrio da Ponte.
Con estas conexiones se abrirán nuevas salidas de la ciudad hacia la futura Autovía A-54 de Lugo a Santiago, actualmente en fase de ejecución.
La longitud total del nuevo puente es de 195 metros, distinguiéndose dos tramos. El primero es un vano principal metálico de 95 metros de longitud sobre el cauce del río Miño, con una tipología estructural de arco parabólico con tablero inferior. El segundo tramo, de 100 metros de longitud, es un viaducto de acceso al puente arco, con un esquema estructural tipo viga-cajón de tres vanos de 33,3 metros de luz cada uno y cuya principal función es minimizar la ocupación de los terrenos en la ladera del río, dotando de una adecuada permeabilidad a la zona.
La sección transversal del tablero presenta dos calzadas separadas por mediana con un ancho total de la sección de 24,10 metros en el tramo recto del puente, en la que se alojan aceras en ambas márgenes de 2,10 metros. En el tramo en arco, que cruza el Miño, la sección transversal se ha ampliado hasta los 26,30 metros, a efectos de disponer aceras de mayor anchura con mobiliario urbano.
En el vial de conexión con la carretera autonómica LU-612 a Potomarín, se ha proyectado un viaducto de de 108 metros de longitud para salvar el cauce del Regato Chousa da Fonte, que finaliza en una glorieta en la confluencia con la citada carretera de Portomarín.
En el vial de conexión con la antigua carretera de Santiago (N-543) se ha proyectado un paso inferior para permitir la permeabilidad transversal a las fincas colindantes. Este vial finaliza en una intersección con la citada carretera.
El enlace del nuevo puente con la carretera N-VI se ha resuelto mediante un enlace de tipo diamante con glorieta superior, conectado mediante cuatro ramales con la N-VI. Los dos ramales del lado del río discurren sobre estructuras de 108 y 125 metros de longitud, a efectos de mejorar la integración visual y ambiental de la obra, mientras que los otros dos ramales del lado de la ciudad se proyectan apoyados sobre un muro y la propia ladera.
Los ramales del lado río están dotados de aceras de 2,10 metros para permitir el acceso peatonal al puente desde el adyacente Parque del Miño.
La obra está cofinanciada a través de los fondos FEDER de la Unión Europea.