El Ingreso Mínimo Vital alcanza a 48.738 hogares y a más de 141.000 personas en la Comunidad de Madrid

El Ingreso Mínimo Vital alcanza a 48.738 hogares y a más de 141.000 personas en la Comunidad de Madrid

14/10/2022

  • El número de mujeres beneficiarias casi dobla al de hombres
  • El tipo de hogar que más prestaciones recibe es aquel en el que vive solo un adulto
  • El Complemento de Ayuda a la Infancia ya ha beneficiado a más de 26.000 hogares

 

 El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llegado en la Comunidad de Madrid, con datos acumulados a cierre de la nómina de septiembre, a 48.738 hogares y a un total de 141.193 personas desde su puesta en marcha en junio de 2020. Son datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social, que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicará con regularidad a partir de este mes.

Perfil de los titulares

Estas cifras acumuladas muestran que el número de mujeres titulares de la prestación casi dobla al de los hombres (33.274 frente a 15.464) y, en total, la prestación ha llegado a más mujeres (77.443) que a hombres (63.710). Del grueso de beneficiarios, 78.192 son adultos y 63.001 menores.

Por tipo de hogar, son mayoría aquellos en los que vive un adulto solo (11.734), seguidos en número por aquellos hogares en los que viven un adulto y un niño (7.590), y por aquellos en los que viven dos adultos y más de dos menores (6.144). Un total de 26.083 de ellos reciben el Complemento de Ayuda a la Infancia, una ayuda de 100 euros por hogar al mes en el caso de niños de 0 a 3 años; de 70 euros al mes por cada niño entre 3 y 6 años y de 50 euros al mes por cada menor de entre 6 y 18 años que entró en vigor el pasado 1 de enero.

El IMV, una prestación viva

El pasado 27 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobó el ‘Real Decreto por el que se regula la compatibilidad del Ingreso Mínimo Vital con los ingresos procedentes de rentas del trabajo o de la actividad económica por cuenta propia con el fin de mejorar las oportunidades reales de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias de la prestación’, que incentivará a los perceptores a conseguir empleo o -en el caso de ya tenerlo- a aumentar el número de horas trabajadas garantizando que su renta disponible será siempre superior a la que tendrían si no hubiesen dado ese paso.