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‘El terror a portada. 60 años de terrorismo en España’ (Ermua 2022-06-17)

17/06/2022

Discurso del delegado del Gobierno, Denis Itxaso

Egun on, buenos días:

Alcalde de Ermua (Juan Carlos Abascal); presidente de El Correo (Enrique Ybarra); presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco (Marimar Blanco); presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (Tomás Caballero); director de la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo (Florencio Domínguez), director de El Correo y Diario Vasco, representantes de víctimas del terrorismo y resto de autoridades

El 27 de junio de 1960 un bebé de 20 meses, Begoña Urroz Ibarrola, era asesinada por una bomba del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación en San Sebastián. Sería la primera víctima del terrorismo de España de las más de 1.300 que se fueron anotando después en esa larga lista.

La exposición El terror a portada. 60 años de terrorismo en España recoge noticias de los actos terroristas que los diarios del Grupo Vocento llevaron a sus portadas. Es información en toda su crudeza. Son hitos de la historia de un sinsentido criminal que tiñó de sangre inocente las calles y plazas de nuestro país.

Como Delegado del Gobierno en el País Vasco, me siento muy honrado de participar en esta inauguración en un lugar tan emblemático como Ermua, con la que comienzan también los actos programados con motivo del 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal de este municipio. Ese asesinato supuso una rebelión cívica, un antes y un después, una sacudida en las conciencias en la respuesta ciudadana a los crímenes de ETA.

25 años de una respuesta ciudadana ejemplar y democrática: un rotundo y unánime ‘hasta aquí hemos llegado’. Una reacción cívica que fue determinante para el final de ETA. Desde el sentido recuerdo para Miguel Ángel, para todas las víctimas y sus familias y allegados, este aniversario debe ser un reconocimiento y homenaje a la sociedad española que aquel 12 de julio se levantó democráticamente en defensa de la libertad, de la paz y de la convivencia.

Recupero unas palabras de Carlos Totorika, que en aquel infausto mes de julio de 1997 era el alcalde de Ermua y catalizador de esa rebelión ciudadana: “ETA perdió el pulso. El terrorismo pretende crear miedo y paralizar a la gente. Pero la indignación superó al miedo. La gente se sentía segura al estar unida y apoyada institucionalmente”. Y yo añado: Quienes ejecutaron fría y calculadamente a Miguel Angel Blanco cometieron una canallada. Y no tardamos tiempo en comprenderlo. La reacción fue inmediata.

Y es que, paradójicamente, el asesinato de Miguel Ángel, con toda su dureza, no fue en vano: derivó en un golpe de gracia contra la propia ETA. Hasta el punto de que el ‘espíritu de Ermua’ es uno de los hitos en la caída de la banda terrorista.

A lo largo de esta exposición, entre portada y portada, sufrimos la imagen de un país que se desangraba por el terrorismo. Portadas sin edulcorantes y que nos devuelven, como en un regreso al pasado, a la imagen desoladora del dolor; que nos enseñan la parte más cruda del terrorismo en España, pero también la heroica respuesta ciudadana. La exposición que hoy inauguramos tiene una virtud principal, utilizar la información de los medios de comunicación para recordarnos la verdad.

Hay quien puede ver estas portadas como parte de aquel ritual macabro en el que al atentado le seguía la capilla ardiente, las concentraciones, el funeral, las lágrimas de la viuda e hijos, las manifestaciones, el enfrentamiento político. Pero visto con la perspectiva actual y conquistada la paz, las portadas nos recuerdan a quienes se quedaron por el camino y también a quienes sobrevivimos y hoy seguimos aquí para no olvidar y dar testimonio permanente de lo que pasó. También el papel que jugaron los medios de comunicación, y en especial El Correo y el Diario Vasco, diana en muchas ocasiones de las fanáticas obsesiones totalitarias de ETA.

El testimonio que estas portadas ofrecen es fiel reflejo de cómo la prensa libre se enfrenta a los intentos de algunos por revisar la verdadera historia y por edulcorar o cargar de épica a hechos que nunca debieron producirse. Por eso, esta exposición activa nuestros sentidos y nos invita a mirar, observar y, sobre todo, a reflexionar.

Como Delegado del Gobierno en el País Vasco, agradezco al Grupo Vocento vuestra aportación y compromiso con la información veraz y con el periodismo, entendido como una herramienta para construir una sociedad decente y más justa, que sea capaz de mirarse en el espejo de la historia.

Agradecimiento que hago extensivo a Florencio Domínguez y a su equipo humano del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, a la Fundación de Víctimas del Terrorismo y a la Fundación Miguel Ángel Blanco por su esfuerzo en que la verdad se abra camino, por dolorosa que nos resulte.

Eskerrik asko