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DISCURSO 25 ANIVERSARIO ASOCIACIÓN BIKARTE
20/04/2023
Presidenta y representantes de la Asociación Bikarte; Maite, alcaldesa de Abanto y Zierbana, donde esta historia empezó hace ya 25 años, miembros de la corporación de San Sebastián…buenas tardes a todos
Quedan más de 299.900 años para que la radiación emitida durante el desastre de Chernóbil se extinga por completo de la zona de la antigua URSS, sobre todo en Bielorrusia, donde se posó el 80 % de la nube de contaminación. Bielorrusia se ha convertido así en el país con la tasa de cáncer infantil más alta de Europa.
Chernóbil fue uno de los peores desastres nucleares de la historia. Cáncer de tiroides, leucemia, cataratas, mutaciones, depresión... son algunos de los efectos de la radiación documentados por la Organización Mundial de la Salud. Algunas de estas dolencias permanecerán en el tiempo. A corto plazo, la exposición a altos niveles de radiación causó enfermedades agudas y la muerte de decenas de personas. Además, cientos de miles fueron evacuadas de la zona afectada y se tuvieron que tomar medidas para evitar la propagación de la radiación. A largo plazo, el desastre tuvo graves consecuencias para la salud de la población local: por ejemplo, en 30 años se han diagnosticado más de 11.000 casos de cáncer de tiroides entre niños y adolescentes. Y la cifra sigue creciendo.
También hubo un impacto significativo en la economía de la región y el medio ambiente, con la contaminación del aire, agua y suelo. El efecto psicológico, social y mental tardará tiempo en erradicarse. Tras Chernóbil, la energía nuclear nunca ha sido percibida de la misma forma entre la ciudadanía.
37 años después, asociaciones como Bikarte permiten que Chernóbil no caiga en el olvido. El paso del tiempo siempre tiene algo de terapéutico, porque la memoria tiene esa faceta selectiva que nos permite seguir adelante eliminando los pasajes más áridos y amargos del pasado. Pero esta dinámica entraña sus riesgos.
Por eso, agradezco profundamente el trabajo de Bikarte para ofrecer un hogar temporal a los niños de ese entorno (Rusia y Bielorrusia) afectados por la radiación y a los que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad. Si todavía alguien tiene alguna duda de lo que supuso esta catástrofe, puede visionar la serie ‘Chernobyl’. El cine, una vez más, nos ofrece la posibilidad de revisitar acontecimientos de por si lúgubres, que sin ningún aditamento dramático muestran con nitidez las implicaciones de todo tipo para la población.
En todo este tiempo transcurrido habéis facilitado un entorno seguro y amoroso donde puedan recibir atención médica especializada, educación y apoyo emocional, alejándolos de situaciones muy duras aunque solo sea de manera temporal….en definitiva Bikarte permite a estos niños conocer dos mundos y, en alguna medida, cambiarles la vida aunque el peligro sigue presente. Porque como reza una de las máximas de la asociación: ‘No podemos cambiar el mundo, pero sí el mundo de un menor’.
El trabajo de la asociación no se queda solo en las familias acogedoras. Además, contribuye a la rehabilitación de una planta del hospital oncológico infantil en Bielorrusia, construye los baños en una escuela, ayuda en orfanatos, manda comida a las familias y está construyendo una casa de mujeres.
Sabemos que aún hay mucho trabajo por hacer para asegurar que estos niños reciben el apoyo que necesitan para aspirar a un futuro mejor y que se implementen políticas y programas efectivos para su bienestar. Porque aquel fatídico 26 de abril de 1986 todo quedó paralizado. Pero no sólo para quienes fallecieron en el accidente, no sólo para la región y los ecosistemas que resultaron devastados… también para los niños que vendrían después, para las generaciones que nacerían con un proyecto de vida ya condicionado y un futuro incierto.
Las familias acogedoras que formáis la Asociación Bikarte recomponéis, en buena medida, esa falta de perspectivas porque ponéis vida y, sobre todo, amor, a aquel instante paralizado. Quiero agradeceros a todos vuestra dedicación y compromiso porque marcan una diferencia en la vida de estos niños y sus comunidades. Con vuestro esfuerzo mejoramos todos, porque os convertís en un ejemplo para el resto. Ojalá sea durante muchos años.