Archivo General de la Administración

Archivo General de la Administración

El Archivo General de la Administración (AGA) es, de los ocho archivos nacionales, el que conserva nuestra memoria histórica más reciente, ya que sus fondos se refieren fundamentalmente al siglo XX, y de manera especial a su segunda mitad, aunque también custodia un importante volumen de fondos de la segunda mitad del siglo XIX.

Es uno de los archivos estatales más vastos del mundo y su consulta es obligada para obtener cualquier antecedente sobre la arquitectura, el urbanismo, las obras públicas, la educación, la cultura, el turismo, la economía, la hacienda, la justicia, etc., en la etapa contemporánea, ya que recibe periódicamente los documentos en los que se plasma la actividad de los diferentes organismos de la Administración General del Estado cuando ya no son necesarios para la gestión diaria de las oficinas.

 

Nombre del recurso

Fechas extremas Número de registros

Observaciones

Archivo fotográfico de la Delegación de Propaganda de Madrid durante la Guerra Civil

 

3.051 imágenes, algunas fotografías permiten identificar a víctimas de la represión sufrida durante la Guerra

Es un fondo fotográfico creado por la Junta Delegada de Defensa de Madrid, cuyos orígenes se remontan a los inicios de la Guerra Civil española, en 1936, si bien contiene imágenes de acontecimientos anteriores a la contienda, como la sublevación de Jaca de 1930. En la actualidad lo componen 3051 imágenes, las que restan de un conjunto inicial mucho mayor tras un largo devenir histórico. Están realizadas en blanco y negro y montadas en soportes de cartón, como era habitual para la época. Las unidades documentales que lo componen están organizadas por categorías temáticas, siguiendo los inventarios originales, por lo que podemos conocer y reconocer en ellas su significado originario.

En 1940, terminada la Guerra el gobierno franquista dicta una ley por la que pasan a ser patrimonio de la Delegación Nacional de FET y JONS la maquinaria, material de talleres de imprenta y de editoriales que fueron contrarios al movimiento nacional y habían sido confiscados. Entre ellos se encontraba el Archivo Fotográfico de la Delegación de Propaganda y Prensa de Madrid durante la Guerra Civil.

Este cambio de manos significó su conversión en un potente instrumento de represión, ya que se usaron sus fotografías como testimonio de la oposición al Régimen de muchas de las personas que aparecían inmortalizadas en ellas. Este proceso, además de cambiar el sentido y función originales del Archivo, supuso su desvirtuación y disgregación, ya que numerosas imágenes fueron extraídas de él para pasar a formar parte de los sumarios de la Causa General.

En 1975 el Archivo Fotográfico de la Delegación de Propaganda y Prensa de Madrid durante la Guerra Civil pasó a alojarse en el Archivo General de la Administración, tras su traspaso desde el Ministerio de Información y Turismo, que lo había custodiado durante años.

Hoy constituye un importante legado histórico para el estudio y el conocimiento público de la memoria reciente de nuestro país.

Archivo fotográfico de Medios de Comunicación Social del Estado

1920-1984 228.179 fotografías, algunas imágenes permiten identificar y/o rastrear a víctimas de la represión durante la Guerra y la Dictadura Franquista

Contiene fotografías de muy variada procedencia. A la procedente de la Prensa del Movimiento Nacional, que terminó transformándose en Medios de Comunicación Social del Estado durante la Transición, debe unirse la procedente de los periódicos incautados tras la guerra civil, cuyos archivos fotográficos terminaron o bien directamente en la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda o en los archivos de los nuevas cabeceras ligadas a la Prensa del Movimiento. En este caso, aquellos periodicos que no fueron vendidos durante la Transición, sus archivos fueron entregados a Medios de Comunicación del Estado. Este fue el caso del diario Arriba.

Expediente general de los sefarditas españoles

1942-1947 Aproximadamente 5.200 registros

Expediente formado para recopilar todos los antecedentes administrativos relacionados con las actuaciones realizadas por el cuerpo diplomático español en lo relativo a la protección de judios durante el Holocausto.

El aislamiento de España, consecuencia de su alianza no beligerante con las potencias del Eje, se manifestó con la retirada de gran parte del cuerpo diplomatico acreditado en España, así como en una condena del regimen de Franco por parte de la nueva comunidad internacional de las Naciones Unidas (La cuestión española).

La dictadura experimento una asfixia internacional que durante los años del conflicto internacional no había sufrido. El régimen de Franco procuró limpiar y distanciarse rápidamente un pasado reciente y con el que tuvo enorme convivencia de intereses durante cerca de diez años, esto es, desde el golpe de estado de julio de 1936. No en vano, la dictadura utilizó de manera recurrente, especialmente durante sus primeros años, la idea la conspiración o contubernio judeomasónico como justificación de moral. En todo caso, España era conocedora del destino de los judios desde finales de 1941.

Cuando la contienda empezó a ser favorable a los aliados la dictadura cambió de actitud ante el problema judio, permitiendo el transito por España hacia otros destinos, no permitiendo la residencia en el país. Ahora bien, frente a esta actitud, las misiones diplomáticas españolas en Europa comenzaron a proteger a los judios, al margen de su origen sefardí. Todo ello sirvió como para organziar una campaña internacional que limpiase la imagen de la dictadura y presentase a Franco como salvador de judios y se publicase "España y los judios" en 1949.

Traducido al ingles y francés, la campaña de propagada surtió efecto, especialmente en aquellos paises con comunidades israelitas. Franco pasó a ser mitificado por gran parte del judaismo internacional, pese a que las naturalizaciones concedidas a los judios durante la contienda fueron declaradas nulas a todos los efectos en julio de 1945, rompiendo el principio jurídico de irretroactividad.

Los informes o Protocolos de Auschwitz son un documento fundamental de la historia del Holocausto, de hecho fueron utilizados como prueba de cargo en los juicios mayores de Nuremberg. Están compuestos por tres informes redactados por prisioneros que pudieron escapar del campo. El primero de ellos es el "Informe Vrba-Wetzler", redactado por dos prisioneros eslovacos hacia finales de abril de 1944. El segundo de ellos es el "Informe Principal Polaco", escrito por Jerzy Tabeau, huido también de Auschwitz, y mecanografiado en Ginebra en agosto de 1944, y circulado rapidamente por el gobierno polaco en el exilio y grupos de judios. Y el tercero, el informe Rosin-Mordowicz, también por unos prisioneros eslovacos huidos a finales de mayo de 1944. Todos relatan de manera minuciosa las condiciones de vida, las cámaras de gas, los crematorios. En definitiva, la politica de exterminio llevada a cabo en el campo de Auschwitz.

Con absoluta certeza, el documento fue distribuido entre el cuerpo diplomático emplazado en Budapest para denunciar la intensidad de las deportaciones dirigidas por el propio Adolf Eichmann desde mayo de 1944. Fueron difundidos desde Suiza por mediación de George Madello, primer secretario de la embajada de El Salvador en Ginebra, y de origen judio, a mediados de junio de 1944. Su publicación en la prensa suiza, el conocimiento del Vaticano de la situación de los prisioneros en los campos, tras haberse entrevistado con los huidos que redactaron los informes, y finalmente su publicación en el New York Times a principios de julio, hizo que los aliados presionaran al gobierno de Horthy con represalias sino cesaban las deportaciones de inmediato.

El despacho de Ángel Sanz Briz, máximo representante en ese momento de la Legación española en Hungría, remite precisamente al ministro Lequerica una copia en francés de los dos primeros, aunque en orden inverso, y una carta de una mujer deportada de Svaliana (Ucrania) en 17 de mayo de 1944. Como indica Sanz Briz, el informe le fue entregado por el Comité de Ayuda y Rescate de Budapest, la organización sionista a la que se refiere en su despacho, bajo el título "Rapports sur les camps de "travail" de Birkenau et d'Auschwitz".

Las deportaciones se reactivaron en octubre de 1944, tras el golpe de Estado que derrocó a Horthy, y dos meses después de remitirse el informe a Madrid. Fue entonces cuando los diplomáticos se implicaron en la protección de los judios, y entre ellos Sanz Briz que establecío una red de casas de acogida y la nacionalidad española a los judios, lo que permitió la salvación de 5.200 personas de una muerte segura.

 

Información extraída del Ministerio de Cultura y Deporte. Subdirección General de los Archivos Estatales. Archivo General de la Administración.

Imagen: ©Wikipedia

Fecha de actualización: 13/01/2023