El delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha destaca el buen ritmo de las obras de la Comisaría de Policía Nacional en Cuenca, ya en su ecuador
18/03/2023
• Francisco Tierraseca ha visitado las obras de la nueva Comisaría Provincial de Policía Nacional en Cuenca, acompañado por el alcalde, Darío Dolz, la subdelegada, María Luz Fernández, y el comisario jefe, José Luis Serrano
• La previsión es que las obras del edificio estén acabadas para el último trimestre de 2023 y se habrá invertido un presupuesto de 8,5 millones
• Tierraseca ha incidido en que Cuenca tiene uno de los índices de criminalidad más bajos del país. El 2022 terminó con una tasa de 36,1 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, 13 puntos por debajo de la tasa nacional, que se sitúa en 49
Cuenca.- El delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha destacado “el buen ritmo” de las obras para la nueva Comisaría Provincial de Policía Nacional en Cuenca, que se encuentran ya “prácticamente a la mitad de su estado de ejecución”.
Tierraseca ha aprovechado este viernes su estancia en Cuenca, a donde acudía para copresidir la Junta Local de Seguridad preparatoria de la Semana Santa, para trasladarse a las futuras nuevas dependencias policiales, que está acometiendo la sociedad pública estatal SIEPSE, dependiente del Ministerio de Hacienda.
Acompañado por el alcalde de la ciudad, Darío Dolz, por la subdelegada del Gobierno en Cuenca, María Luz Fernández, y por el comisario jefe en Cuenca, José Luis Serrano, han constatado el cumplimiento de los plazos de una obra, que está previsto que esté terminada para el último trimestre de este 2023 y que habrá contado con un presupuesto de 8,5 millones de euros.
En esta visita, el delegado del Gobierno y el alcalde de Cuenca han sido informados de los trabajos que se han estado realizando en el interior del edificio, tanto en la tabiquería como en los aseos, la construcción de la galería de tiro, la instalación de la climatización y del sistema de cableado eléctrico, y se les ha trasladado también que se ha empezado con el andamiaje para la colocación de la fachada.
El proyecto de construcción la nueva comisaría de Policía Nacional de Cuenca, que rehabilita dos edificios ya existentes para reconvertirlos en una única infraestructura energéticamente eficiente y resiliente, ha obtenido la calificación ‘Verde 4 hojas’ de la institución Green Building Council España (GBCe), que certifica que es un diseño sostenible desde los puntos de vista económico, social y medioambiental. Hecho por el cual tanto el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska –en su visita el pasado mes de noviembre-, como ahora el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha han incidido en que será un edificio “modélico” porque va a tener un consumo muy bajo de energía. Será –ha apuntado también Tierraseca- un ejemplo de “inmueble sostenible desde los puntos de vista económico, social y medioambiental”.
El edificio constará de dos volúmenes casi idénticos de tres alturas. La zona de atención al público estará ubicada en la planta baja para facilitar el acceso de los ciudadanos y contará con salas de espera y despachos. Las plantas superiores están destinadas a las distintas brigadas operativas y grupos de trabajo policial, y dispondrán de despachos y salas de formación.
En el sótano quedará instalada el área de detención, vestuarios, gimnasio y otras dependencias de uso general, así como el aparcamiento, que podrá albergar furgones, coches y motos y estará dotado de zonas de carga para automóviles eléctricos e híbridos.
El futuro edificio contará con una superficie total construida de 7.739,12 metros cuadrados, estará dotado con sistemas para la reducción del consumo de agua, una adecuada protección y acondicionamiento acústico y los materiales de construcción se han elegido en función de su huella de carbono y sus posibilidades de reciclaje y reutilización con criterios de economía circular.
En la actualidad, la plantilla de la Policía Nacional en Cuenca está dotada con 146 efectivos, casi un 33% más que en 2018, y el año 2022 ha cerrado con una de las tasas de criminalidad “más bajas del país”, con 36,1 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, lo que supone 13 puntos por debajo de la tasa de criminalidad nacional, que es de 49 infracciones penales por cada 1.000 habitantes.