Visita de cortesía a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Mataró

Visita de cortesía a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Mataró

20/03/2012

Llanos de Luna felicita personalmente a los agentes del Grupo de Policía Judicial que participaron en el importante operativo policial que se saldó con la incautación de un arsenal de armas de fuego

 

La Delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, ha realizado hoy una visita de cortesía a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Mataró acompañada del Subdelegado del Gobierno en Barcelona, Emilio Ablanedo, el Alcalde de la ciudad, Joan Mora, el Jefe Superior de Policía de Cataluña, Agustín Castro, el Jefe de la UCOT en Cataluña, Francisco Rodríguez López, el Jefe de la Comisaría de Mataró, inspector jefe Felix Riesco, y el Jefe de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Mataró, Javier García Prieto. Ha acompañado también a la Delegada el Vicepresidente del Consell Comarcal del Maresme, Diego Sánchez, el Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Mataró, José Manuel López, y el Secretario general del PP del Maresme, Marcos Fernández.

 

Durante su recorrido por las dependencias de la Comisaría, la Delegada del Gobierno ha felicitado personalmente a los agentes del Grupo de Policía Judicial que participaron en el importante operativo policial que el pasado mes de febrero se saldó con la incautación de un arsenal de armas de fuego y municiones preparadas para su venta.

 

A raíz de las investigaciones desarrolladas por agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Mataró, la Policía Nacional detuvo a tres personas, un matrimonio y su hijo, en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), acusados de tenencia ilícita de armas y munición.


Se les intervino un arsenal de 69 armas de fuego, algunas consideradas armas
de guerra, y más de 50.000 cartuchos de diferentes calibres y marcas. Los arrestados las adquirían en el mercado ilícito o en armerías, donde las compraban inutilizadas, y posteriormente las habilitaban para su uso. Las armas se vendían a delincuentes por un precio que oscilaba entre los 3.000 y los 5.000 euros. En los registros efectuados se intervinieron también 98.000 euros, 626 dólares americanos, una máquina de recargar munición, placas policiales falsas y dos vehículos deportivos de alta gama.