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La Policía Nacional desarticula una organización serbio-bosnia dedicada al tráfico internacional de hachís y marihuana, que contaba con cinco plantaciones en Cataluña

22/03/2018

Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con el Departamento de Policía Criminal de la República de Serbia, el Servicio de Aduanas de la Antena de Toulousse (Francia) y la Guarda de Finanza italiana, han desarticulado una organización de origen serbio-bosnio asentada en Cataluña presuntamente dedicada al tráfico internacional de hachís y marihuana. Durante el operativo los agentes han detenido a 26 personas, entre ellos dos antiguos miembros de los “Pink Panthers” que se habían reconvertido a narcotraficantes y que se refugiaban en España con identidades falsas al estar reclamados internacionalmente. Los agentes han registrado 15 viviendas en Barcelona, Girona y Tarragona, donde se localizaron 5 cultivos hidropónicos de marihuana con 2.237 plantas.

Ex miembros del grupo criminal de los Balcanes, Pink Panthers

Las primeras investigaciones se iniciaron en agosto de 2017 cuando la Fiscalía contra el Crimen Organizado de la República de Serbia informó a los investigadores del asentamiento en Cataluña de una organización criminal dedicada al tráfico internacional de estupefacientes. Al parecer, la trama contaba con varios laboratorios distribuidos por Europa para elaborar droga y, tras la interceptación de dos camiones que portaban marihuana con destino a Alemania e Italia, los agentes sospecharon que podían contar con una infraestructura similar en España.

Una vez avanzadas las pesquisas, los investigadores identificaron a los miembros de esta organización, entre ellos antiguos miembros del grupo criminal de los Balcanes “Pink Panthers” buscados internacionalmente. La droga era transportada por carretera a diversos países europeos a través de varios transportistas que trabajaban para ellos y que, en sus rutas habituales, ocultaban la marihuana entre la mercancía legal.

Los agentes localizaron dos inmuebles, uno de ellos en Barcelona y otro en Pineda de Mar (Barcelona), estratégicamente ubicados para almacenar y trasladar la droga hasta los camiones al estar cerca de la autopista AP7 en dirección a la frontera franco española, donde se procedía al trasvase en gasolineras y áreas de estacionamiento de camiones. Para el transporte de la sustancia estupefaciente hasta estos camiones, la organización utilizaba vehículos alquilados y en ocasiones también el vehículo del principal investigado.

Laboratorios propios en chalets de grandes dimensiones

La sustancia estupefaciente era elaborada en sus propios laboratorios localizados en chalets de grandes dimensiones. Los inmuebles eran alquilados en zonas aisladas y alejadas de los grandes núcleos urbanos para evitar el control policial o la detección por parte de los vecinos, y en las que defraudaban el alto consumo eléctrico que exigía el mantenimiento de las plantaciones. Estas viviendas eran controladas por dos o más miembros del grupo criminal que eran traídos desde Serbia a modo de “temporeros”, y que se dedicaban al cultivo, recolección y envasado de las cosechas. Estos eran a su vez vigilados permanentemente por responsables de la organización asentados en la localidad de Pineda de Mar, lugar en el que habían alquilado un inmueble y en el que alojaban a los trabajadores de los laboratorios.

250 kilos de marihuana y 50 de hachís en cinco camiones

En el transcurso de la investigación, gracias a la estrecha colaboración con la Antena de Toulouse en Francia, y la Policía de Italia, el pasado mes de febrero se interceptaron dos camiones cuyo destino era Italia y Suecia y que habían doblado para esta última ruta la cantidad de droga que transportaban. Previamente, en los meses de mayo, julio y noviembre se había procedido a la interceptación de otros tres camiones, dos en Francia y uno en La Junquera (Gerona), con destino a Francia e Italia. En total, en los cinco camiones, fueron intervenidos 250 kilos de marihuana y 50 kilos de hachís.

Finalmente los investigadores procedieron a la detención de 26 de los miembros de esta organización, así como a la entrada y registro de 15 inmuebles en Barcelona, Girona y Tarragona, donde se hallaron cinco laboratorios de producción de marihuana con enganches ilegales a la luz. Además, se incautaron de 2.237 plantas, más de 85 kilos de marihuana en cogollos, 70 gramos de hachís, dos armas de fuego –una de ellas encontrada en una papelera cerca del domicilio de uno de los detenidos-, 58.000 euros en efectivo, 5 vehículos y multitud de documentación falsificada de Lituania, Bulgaria, Croacia y Serbia.