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El Gobierno intensifica la inversión para actuar por los daños de la riada en Aragón y minimizar afecciones en próximas avenidas

14/01/2022

* Aproximadamente el 50% de los 10 millones adicionales anunciados por el Miteco para hacer trabajos de emergencia en la cuenca irán destinados a la Comunidad y está pendiente de publicarse otro real decreto con 10 millones más para seguir trabajando en las riberas

* La CHE ha realizado varias intervenciones urgentes como medida preventiva para reaccionar de manera inmediata a la crecida ordinaria de los últimos días

* Desde el 2019 se han invertido más de 8 millones en actuaciones en el cauce y los ayuntamientos y particulares están ya solicitando, además, las ayudas que llegarán tras la declaración de zona gravemente afectada por la riada de diciembre

La delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, se ha reunido esta mañana con los alcaldes afectados por la crecida extraordinaria de diciembre junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, y a la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual.

Serrano ha recogido las inquietudes de los alcaldes y ha vuelto a destacar que el intenso trabajo desplegado por la Confederación Hidrográfica del Ebro en los últimos años en el cauce, programas como Ebro Resilience y la rápida reacción y coordinación de todos los agentes implicados han permitido hacer frente a una crecida realmente extraordinaria con el menor número posible de afecciones.

En la Comunidad Autónoma de Aragón, y desde 2019, los proyectos ejecutados con el objetivo de minorar el riesgo de inundación mediante la recuperación del espacio fluvial y la mejora de su dinámica han supuesto una inversión de más de 8 millones de euros. Además, está ya en marcha un proyecto Life dentro del marco del Ebro Resilience por valor de 13,3 millones de euros y el pasado 17 de diciembre se aprobó la declaración de zonas afectadas gravemente por una emergencia de protección civil tras la crecida extraordinaria. Además, se han anunciado otros 20 millones específicos por parte del MITECO.

Precisamente, y como consecuencia de las avenidas de principios de diciembre de 2021, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha realizado intervenciones urgentes como medida preventiva y para hacer frente de manera inmediata a la crecida, esta vez ordinaria, que está pasando ahora en Aragón.

Las actuaciones, que se han centrado en la creación de cordones de seguridad o relleno en puntos de rotura de mota, pretenden reducir el riesgo de inundación de los núcleos urbanos más expuestos: Novillas, Remolinos, Monzalbarba, Zaragoza (mota defensiva de La Almozara), el Burgo de Ebro y Pina de Ebro.

Este tipo de intervenciones, de carácter provisional, serán objeto de consolidación y reparación definitiva cuando las circunstancias del cauce y sus márgenes lo permitan. Se integran en una primera fase de obras de emergencia en el cauce e infraestructuras hidráulicas dañadas tras la avenida de diciembre que supondrá, como anunció el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, una inversión inicialmente prevista de 10 millones de euros, de los que, aproximadamente, un 50% se destinarán a Aragón.

Junto con las emergencias se prevé la tramitación de un Real Decreto de ayudas a la adaptación ante el riesgo de inundación con un presupuesto estimado de otros 10 millones de euros para las Comunidades Autónomas de La Rioja, Navarra y Aragón.

Además, el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, realizó una visita para conocer de primera mano cómo había afectado la crecida del Ebro el pasado 15 de diciembre y anunció la declaración de zonas afectadas gravemente por una emergencia de protección civil. Esta medida se aprobó en Consejo de Ministros dos días más tarde y a partir de ese momento se ha iniciado el proceso para la concesión de ayudas.

La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Dolores Pascual, ha destacado en la reunión con los alcaldes ribereños que las intervenciones realizadas por el Organismo de cuenca estos últimos años en el marco de la estrategia Ebro Resilience, “han incrementado la seguridad de los núcleos urbanos ribereños minimizado los daños en las avenidas", algo que se ha podido comprobar en el episodio extraordinario de diciembre y también en esta nueva crecida ordinaria.

Las actuaciones han consistido, fundamentalmente, en la conservación y mantenimiento de cauces y restauración y adecuación de cauces como el Jalón, Jiloca, Matarraña o Huerva), en la mejora de defensas estructurales; intervenciones de curage (permeabilización de grandes masas de sedimentos vegetadas, mediante la apertura de ramales); mejora de la capacidad de desagüe (con rebajes, retranqueos y retiradas de motas incrementando el espacio fluvial) y creación de perímetros de seguridad de núcleos urbanos.

Pascual ha señalado que ante este nuevo episodio que está sufriendo la cuenca, el Organismo "ha actuado con rapidez en el refuerzo de aquellas infraestructuras afectadas en aquellos puntos considerados críticos evitando nuevamente posibles daños a los municipios".

Ebro Resilience

La presidenta del Organismo ha reiterado, además, “el compromiso con la Estrategia Ebro Resilience, que con el horizonte 2027 va a suponer una cuantiosa inversión para reducir el riesgo de inundación”.

Ebro Resilience es el resultado del trabajo coordinado de las Administraciones, MITECO, CHE y las Comunidades Autónomas de La Rioja, Navarra y Aragón para la aplicación de un conjunto de medidas del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación en el tramo medio del Ebro y cuyo objetivo es aumentar la capacidad de recuperación ante este tipo de fenómenos inevitables y extraordinarios, pero ante los que podemos estar más preparados.

En concreto, el planteamiento de la Estrategia es la protección de las zonas urbanas para avenidas con periodo de retorno de 25 años y para zonas no urbanas, conseguir la reducción de afecciones para avenidas hasta un periodo de retorno de 10 años, que, además, junto a obras incluyen otras líneas de acción como la adaptación al riesgo de inundación.

Dos de las actuaciones de la estrategia para todo el eje del Ebro se han integrado en el proyecto LIFE Ebro Resilience P1 con una inversión de 13,3 millones de euros que cuenta ya con financiación al 55% de la Unión Europea.

Los trabajos, definidos por la Confederación Hidrográfica del Ebro, en conjunto con los gobiernos de La Rioja, Navarra y Aragón, con un plazo de ejecución previsto de 6 años, se centran en el tramo Alfaro (La Rioja)-Castejón (Navarra), donde se realizará una actuación demostrativa de mejora del riesgo de inundación a nivel de tramo mediante la aplicación de una combinación de medidas naturales de retención de agua y el tramo Osera de Ebro-Fuentes de Ebro (Aragón), donde se propone una intervención piloto que permitirá compatibilizar las explotaciones agrícolas de la llanura aluvial con el fenómeno de la inundación