La Policía Nacional libera en Barcelona a tres víctimas de explotación sexual procedentes de Venezuela
26/02/2018
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Barcelona una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres procedentes de Venezuela, liberando a tres de sus víctimas. Las jóvenes de origen humilde eran captadas en su país natal, a las que se les ofrecía ejercer la prostitución en lupanares de Barcelona con unas condiciones laborales y económicas muy favorables.
Para ello adquirían una deuda de unos 3.000 euros con la organización, siendo aleccionadas sobre el cruce de fronteras, requisitos y motivación del viaje. Durante el periodo estival los máximos responsables ofertaban servicios a bordo de un velero anclado en el Puerto Olímpico, previa reserva anticipada por Internet. Han sido detenidas ocho personas españolas y venezolanas, practicándose registro en cuatro prostíbulos.
La operación policial tiene su origen en el mes de abril de 2017 cuando los investigadores tuvieron conocimiento de la existencia de tres jóvenes venezolanas que, según sus manifestaciones, estaban siendo obligadas a ejercer la prostitución en Barcelona en contra de su voluntad mediante amenazas y coacciones.
Jóvenes de clase social humilde
Tras una laboriosa investigación se pudo determinar que se trataba de una organización criminal perfectamente estructurada, integrada por personas de nacionalidad española y venezolana, que captaba a jóvenes de origen humilde en el país sudamericano ofreciéndoles unas condiciones económicas y laborales muy atractivas para ejercer la prostitución en locales de Barcelona.
Como máximos responsables se encontraban un varón español y su mujer, española de origen venezolano, asistidos por otras seis personas -tres hombres y tres mujeres- que realizaban funciones de control de las víctimas y gestión de los prostíbulos.
Demostración práctica previa para comprobar su idoneidad
La captadora buscaba a mujeres jóvenes a las que informaba que tendrían que hacer frente a una deuda con la organización de unos 3.000 euros en concepto de transporte y gestiones relativas al viaje y cruce de fronteras, pero que con la demanda de servicios existente en la ciudad condal podrían saldarla en poco tiempo. Las interesadas eran debidamente aleccionadas que a su llegada a España debían manifestar que viajaban como turistas por un corto periodo de tiempo, para lo cual reunían los requisitos legalmente exigidos. Una vez en Barcelona eran recogidas por un miembro de la organización y trasladadas al domicilio donde deberían ejercer. Una vez en el mismo, en ocasiones el máximo responsable les exigía una "demostración práctica previa" para comprobar su idoneidad para prestar los servicios sexuales. Durante el verano los máximos responsables ofertaban servicios a bordo de un velero anclado en el Puerto Olímpico, previa reserva anticipada por Internet.
Ya instaladas, eran informadas de las verdaderas condiciones de trabajo que tendrían que afrontar bajo amenazas y coacciones, difiriendo mucho de lo ofrecido por la captadora: horarios mucho más prolongados, imposibilidad de elegir cliente, abono de una cantidad semanal en concepto de alojamiento y manutención, "multas" por no cumplir con las condiciones impuestas o practicar determinados servicios sexuales sin preservativo con el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. Además el tener que compartir a medias los beneficios de las tarifas con la organización, provocaba que la devolución de la deuda contraída y su dependencia se prolongara en el tiempo mucho más de lo inicialmente anunciado.
El operativo policial se saldó con la detención de los ocho integrantes de la organización criminal y cuatro registros llevados a cabo en toros tantos prostíbulos, en los que se intervinieron 9.400 euros en metálico, material informático y teléfonos móviles, así como abundante documentación relacionada con las actividades delictivas.
Los detenidos, cuatro hombres y cuatro mujeres, a quienes se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, relativos a la prostitución y agresión sexual, fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial correspondiente.
La operación ha sido desarrollada por agentes del Grupo III de la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Barcelona y de la Comisaría Local de Igualada (Barcelona).
"Con la trata no hay trato: denúncialo"
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013, y que dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. Con la puesta en marcha de este plan, la Policía Nacional activó la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.