La Guardia Civil desmantela en Barcelona una organización criminal dedicada a manipular odómetros de vehículos
20/11/2015
La Guardia Civil de Barcelona, detuvo la semana pasada a cuatro personas e investigado (no detenido) a otras dos, a quienes acusa de la presunta comisión de delitos de estafa, falsificación documental, pertenencia a organización criminal, contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.
Este grupo se dedicaba a la manipulación de los odómetros para reducir el número de kilómetros reales del vehículo a vender y convertir en más atractiva su adquisición, así como al cultivo y tráfico de marihuana en una plantación interior ubicada en el mismo taller clandestino donde modificaban los vehículos.
Primeras investigaciones
La Guardia Civil recibió diversas denuncias mediante las que los perjudicados ponían en conocimiento el haber adquirido vehículos a unas personas de origen serbio, descubriendo una vez efectuada la compra que estos turismos se encontraban en un estado mecánico defectuoso.
Tras realizar las primeras investigaciones se observó que los odómetros (cuentakilómetros) de los mismos habían sido manipulados, identificando a DOS personas como presuntos responsables de los hechos investigados.
Una vez establecido el modus operandi se avanza en la investigación observando la existencia de una organización perfectamente estructurada que se estaría dedicando de manera continuada a la adquisición de vehículos, para posteriormente manipularlos y finalmente venderlos al público, identificando tres fases en el todo el proceso:
Primera fase: Los detenidos e investigados adquirían turismos que tuviesen una buena apariencia externa, aparentemente nuevo, pero con elevado número de kilómetros, lo que hacía que su compra les resultase económica y, por lo tanto, les otorgase una horquilla suficiente para obtener mayor beneficio tras su posterior venta una vez manipulado el odómetro.
En este punto se detectan dos vías de adquisición, una primera en la que personal de la organización se trasladaba a puntos donde se dan cita gran cantidad de taxistas como el aeropuerto de Barcelona El Prat o en talleres concretos que se dedican a desmontar todo el equipamiento que lleva el taxi y una segunda a la compra de turismos en el mercado de venta italiano (importación), para lo que se trasladaban al país alpino y adquirían los turismos a empresas de compra-venta legalmente establecidas en ese país.
Segunda fase: Los vehículos, una vez comprados legalmente, eran trasladados a un local “clandestino” que tenía la organización en la Ciudad Condal para su ‘lavado de cara’ previo a la venta. Ese lavado de cara consistía en la manipulación del odómetro y en su acicalamiento exterior.
La manipulación del odómetro se concretaba por medio de un software a través del sistema electrónico del vehículo, con el que accedían al ordenador de control y manipulaban la cantidad de kilómetros actúales reduciéndolos de manera sustancial. (La configuración o programación es mucho más fácil que en un odómetro mecánico y no se deja rastro visual de la alteración efectuada, pudiendo reflejar una distancia recorrida al antojo de quien lo programa).
Se ha llegado a detectar una reducción de hasta 400.000 kilómetros en algún caso.
Tercera fase: Consistía en la venta de los vehículos, utilizando para ello dos vías, una insertando anuncios en conocidas páginas Web dedicadas a la venta de todo tipo de productos de segunda mano y otra mediante el canal de venta directa al cliente, utilizando para ello una empresa de compra-venta vehículos ubicada en Valencia.
La organización, y al objeto de consolidar la estafa, solicitaba un duplicado de la Tarjeta de Inspección Técnica motivado por el supuesto extravío de la original, duplicado en el que, una vez expedido, ya constaba el dato de los kilómetros manipulados. Esta nueva documentación era aportada al cliente en el momento de la compra del turismo.
Una vez finalizada la investigación, se procedió a la Entrada y Registro en el local de la organización sito en Barcelona, donde se obtuvieron numerosas evidencias destacando entre estas: treinta (30) “cables” o conectores de traspaso de datos a través del sistema electrónico para diferentes modelos de vehículos, numerosa documentación, tres discos duros para su análisis, así como el elemento esencial para el manipulado llamado key recorder program o programa clave grabador, que es un pequeño dispositivo que se utiliza para reprogramar los odómetros digitales y pieza clave para realizar la manipulación. Asimismo se procedió a la incautación de 10 turismos y 2 motocicletas que se encontraban dentro del local dispuestos para su manipulación.
Tras un primer análisis de la documentación obtenida en el registro, se han extraído datos desde el año 2011, constatando que la organización habría manipulado una cantidad superior a los 300 vehículos, obteniendo un beneficio superior al medio millón de euros.
Plantación ‘indoor’ de marihuana
En la 3ª planta del local registrado, la organización tenía instalada una plantación ‘indoor’ de marihuana de alto rendimiento y que contaba con 1.000 plantas de marihuana y todo el montaje paralelo a estos cultivos como plafones de luz, sistemas de aire acondicionado, refrigeración y extracción de olores. También se detectó la conexión fraudulenta a la línea eléctrica por lo que se imputó un delito de defraudación de fluido eléctrico.
En la investigación, dirigida por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Barcelona, también ha participado los Grupos de Investigación Y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil central y de Valencia.
Existen imágenes a disposición de los MCS en el siguiente enlace:
www.guardiacivil.es/es/prensa/videos_descarga_medios/2015/index.html
Para más información pueden dirigirse a la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil de Barcelona, 93 476 60 91.