Acto de memoria y homenaje a José Humberto Fouz Escobero, Jorge Juan García Carneiro y Fernando Quiroga Veiga, en el 50 aniversario de su desaparición forzada a manos de ETA
24/03/2023
DISCURSO
Denis Itxaso
Delegado del Gobierno en el País Vasco
24 de marzo de 2023
Vicelehendakari, autoridades, muy buenos días a todos y muchas gracias por acudir a este acto en memoria y homenaje José Humberto Fouz, Jorge Juan García y Fernando Quiroga cuando se cumplen 50 años de su desaparición forzada a manos de ETA
Un día como hoy de 1973, estos tres jóvenes trabajadores coruñeses que residían en Irún pasaron a Francia para disfrutar de un día de asueto. En aquel tiempo en que lo viejo no terminaba de morir y lo nuevo tampoco terminaba de nacer, pasar la muga era algo habitual, puro aire fresco. Pero este hecho cotidiano les costó la vida. Cruzaron sus destinos con los de quienes habían convertido los suyos en una aberración, en una mera apuesta por la muerte. Fueron confundidos con policías españoles por un grupo de etarras que les secuestraron, torturaron y asesinaron, haciendo desaparecer sus cuerpos. Hasta hoy, nadie se ha responsabilizado de sus desapariciones.
50 años después, no hay noticia sobre su paradero. Desde entonces, sus familias siguen clamando para que se desvele dónde fueron enterrados sus cuerpos. Su desaparición se ha convertido en todo un símbolo de la espesa niebla que nos queda aún por despejar, de ese pasado reciente lleno de sombras y angustia. Por eso hoy les rendimos memoria y tributo ante sus familias, afrontando de cara el pasado para construir el futuro.
50 años después nos miramos en el espejo que nos recuerda de manera permanente la locura de una parte de la sociedad que decidió alcanzar sus objetivos matando a sus semejantes. Nos recuerda la paranoia en la que han vivido unos, que dieron durante décadas apoyo y justificación a la tenebrosa historia de ETA, y cómo nos hemos enfrentado el resto.
Secuestrar, torturar y asesinar a tres jóvenes, enterrarlos en un lugar desconocido y afirmar que nunca se les ha visto. La "omertá siciliana“, esa ‘ley del silencio’ no escrita que prohíbe cooperar con las autoridades e informar sobre las actividades delictivas, se ha cernido con toda su crudeza sobre este caso. Quienes cometieron los crímenes, el entorno que conoce lo que pasó y nunca quiso hacer nada... Una macabra cadena de silencio en apariencia inquebrantable, regada de la miseria moral de un amplio grupo de cobardes que sabiendo lo que ocurrió lo han dejado pasar, prolongando el sufrimiento y el insomnio de familias con las que no hubo compasión.
Nos encontramos lógicamente ante a un asunto de vulneración de derechos humanos, una cuestión de justicia universal, aunque no haya ninguna sentencia a la que agarrarse. Hoy más que nunca, memoria y respeto para José Humberto, memoria y respeto para Jorge Juan, memoria y respeto para Fernando Quiroga, que se tiene que traducir en reflexión crítica y lucha contra el silencio y el olvido.
Cada 24 de marzo celebramos el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas. Se rinde homenaje cada año a la memoria de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980. Hoy 24 de marzo de 2023 es preciso incidir en que la desaparición de estos tres jóvenes no es un hecho del pasado, que resulta imperativo y urgente no dar por perdida esta causa y que reivindicamos la verdad de lo sucedido.
ETA quiere borrar todo rastro de este crimen particularmente execrable y vergonzoso. Al contrario que el IRA, que reconoció en 1999 su responsabilidad en la desaparición de ocho personas, ETA no ha admitido jamás el secuestro y asesinato de los tres jóvenes gallegos. Cada año que pasa puede resultar más complicado dar con la verdad, pero el Gobierno no va a renunciar a la investigación. El año pasado, la Guardia Civil esclareció el asesinato del concejal socialista Juan Priede, cometido por ETA en marzo de 2002 en Orio. El trabajo ha permitido identificar a una de las personas que colaboró en el asesinato, quien posteriormente ha sido juzgado por la Audiencia Nacional. La Guardia Civil y la Policía Nacional nunca han dejado de perseguir estos delitos, aunque algunos de ellos hayan podido prescribir.
Tres familias aguardan todavía noticias, siguen esperando esa llamada que les anuncie que han aparecido los restos de sus seres queridos y así poder cerrar un duelo que se prolonga durante demasiado tiempo. El mejor homenaje que les podemos hacer es conocer la verdad de lo qué paso. Verdad, justicia, reparación y deber de memoria. Hay al menos dos de estos cuatro principios universales que siguen sin cumplirse.
Esta es una herida lacerante que continúa supurando tras medio siglo de mutismo. Exigimos -seguiremos exigiendo hasta que se congelen los infiernos- a los autores y a quienes pudieron conocer los hechos, que revelen la información que haga posible cerrar este desgarrador episodio con la puesta a disposición de su familia de los cuerpos de José Humberto, Jorge Juan y Fernando.
Gracias al Memorial de Victimas del terrorismo y también al Instituto Gogora por la organización de este acto necesario. Y todo el afecto, cariño y amor para las familias que hoy nos acompañan. Os queremos mucho, siempre lo hemos hecho.