La Delegación del Gobierno respalda una vez más a la Guardia Civil en su labor de vigilancia y custodia de la frontera sur de Europa

10/02/2015

Ante la imputación, por parte del titular del Juzgado de Instrucción nº2, de ocho guardias civiles que participaron en el dispositivo anti-intrusión tendente a frustrar el salto masivo a la valla de Melilla del pasado 15 de octubre de 2014, esta Delegación del Gobierno quiere expresar, una vez más, su absoluto respaldo a la Guardia Civil en su labor de vigilancia y custodia de la frontera sur de Europa.
Con independencia del respeto que merece la actuación judicial y de encontrarnos ante un asunto que se encuentra sub iudice, desde esta Delegación se reitera una vez más que la Guardia Civil actúa en la valla usando siempre la fuerza conforme a los criterios legales de “congruencia, proporcionalidad y oportunidad”.
Asimismo, es preciso insistir en que España tiene la obligación -en su doble condición de estado soberano y miembro de la Unión Europea situado en la frontera exterior del espacio Schengen- de proteger, vigilar y salvaguardar sus límites fronterizos.
Una obligación que trasciende del ámbito puramente nacional y que deriva directamente del Código de Fronteras Schengen, que impone a España la responsabilidad de preservar la frontera exterior de la Unión, mediante el ejercicio de la vigilancia fronteriza con la triple finalidad de impedir el cruce no autorizado, luchar contra la delincuencia transfronteriza y adoptar las medidas que procedan contra las personas que hayan cruzado la frontera ilegalmente.
El Delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, subraya además el difícil equilibrio que marca la actuación de la Guardia Civil en la labor de defensa de la frontera sur de Europa, especialmente frente a asaltos masivos como el del pasado 15 de octubre.
Un salto marcadamente violento, en el que cinco guardias civiles resultaron heridos con cortes y contusiones y una grave caída en el caso de uno de ellos, por la que sufrió un traumatismo craneoencefálico; y en el que también cinco subsaharianos requirieron asistencia médica por heridas y contusiones de distinta consideración.
En dicho salto, posiblemente el más violento de cuantos se sucedieron el pasado año, un gendarme marroquí también recibió una agresión con arma blanca tras ser rodeado y apaleado por un grupo de inmigrantes. Asimismo, quedaron destrozados 45 metros lineales de una de las verjas de la triple valla de Melilla.
Para esta Delegación del Gobierno, conviene reiterar una vez más que la Guardia Civil cumple escrupulosamente la ley y en ningún caso incurre en ‘devoluciones en caliente’, sino en un acto legal de rechazo en frontera ante avalanchas masivas de personas que violentan los límites soberanos de nuestro país, pretendiendo a la fuerza una entrada irregular.
El apoyo a la Guardia Civil, tanto por el Delegado del Gobierno como por el Ministerio del Interior, el propio Ministro Jorge Fernández Díaz y, en suma, el Gobierno de nuestra Nación, es claro y rotundo y coherente con las obligaciones derivadas de la observancia y cumplimiento de nuestra legislación.
Cuestionar el apoyo, abierto, claro y directo que en tantas ocasiones ha manifestado el Ministro del Interior, resulta tan injusto como negar la iniciativa legal adoptada a instancias del propio Ministerio que dirige Jorge Fernández, con el fin de mejorar la legalidad vigente, mediante una enmienda a la Ley de Extranjería que atiende a las especiales circunstancias de nuestra frontera sur y otorga aún mayor respaldo y cobertura legal a la difícil labor de la Guardia Civil en las vallas de Melilla y Ceuta.
Si por algo se ha distinguido este Gobierno y en especial el Ministro de Interior es, precisamente, por la defensa a ultranza de la labor de la Guardia Civil en la custodia y vigilancia de la frontera sur de Europa. Algo que ha hecho tanto ante las instancias nacionales y europeas que han podido poner en duda dicha labor, como en sus reiteradas y constantes declaraciones al respecto ante los Medios de Comunicación.