El Ministerio de Cultura finaliza las obras de restauración del Monasterio de Suso, que han supuesto casi 200.000 euros.

El Ministerio de Cultura finaliza las obras de restauración del Monasterio de Suso, que han supuesto casi 200.000 euros.

22/03/2011

§ Las obras salvaguardan la integridad del monumento y la seguridad de sus visitantes

El Gobierno de España ha destinado 166.481 euros a las obras de restauración del Monasterio de Suso, en San Millán de la Cogolla, a propuesta de la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y que han sido realizadas por el IPCE, Instituto de Patrimonio Histórico Español. En este sentido, el Consejo de Ministros aprobó, en Enero, destinar este presupuesto con carácter de emergencia, para acometer actuaciones que salvaguardaran la integridad del edificio y la seguridad de los visitantes. Aunque el estado de conservación del monumento es adecuado, en la inspección realizada en junio de 2010 por técnicos del IPCE se detectaron algunas deficiencias constructivas que se consideró necesario subsanar.

Las obras realizadas han afectado a la consolidación estructural de las fábricas con técnicas tradicionales de construcción. También se ha eliminado la vegetación invasora; se han recuperado huecos deteriorados; se han restaurado los faldones de cubierta y pavimentos empedrados, y se ha acometido la limpieza y acondicionamiento final del entorno. Por otra parte, junto con el preceptivo seguimiento y control arqueológico de los trabajos, se ha realizado un nuevo estudio geológico sobre la topografía del macizo rocoso adyacente, y se ha asegurado el mantenimiento y operatividad de los equipos de control de la estabilidad del edificio. Esto ha conllevado la realización de algunas pequeñas obras de reparación en elementos auxiliares. Durante estas obras, el Monasterio ha clausurado sus puertas y no ha recibido visitantes.
Como antecedentes, hay que reseñar que, en el año 2000, el Instituto del Patrimonio Cultural de España realizó una intervención en el Monasterio de Suso para corregir problemas estructurales, que consistió en fijar al terreno la roca situada contigua al monumento para evitar los empujes y giros que estaba imprimiendo sobre el edificio al separarse del resto de la ladera montañosa y tender a moverse hacia él. En los años siguientes se llevaron a cabo una serie de intervenciones menores de mantenimiento y de mejora de la accesibilidad del Monasterio. Además, se estableció un sistema de mediciones a largo plazo, mediante inclinómetros, que permite conocer con precisión la evolución de grietas y fisuras, las inclinaciones de paramentos y las variaciones de distancias entre puntos concretos del edificio y respecto de puntos exteriores de la ladera.

Pese a todo, el desplazamiento y caída de los terrenos viene afectando históricamente a la estructura del monumento, y aunque las actuaciones que se llevaron a cabo permitieron minimizar el alcance de los daños