Palmer: “Las leyes deben cumplirse como parte indispensable de nuestra convivencia”

Palmer, con Armegol y los 7 lectores

06/12/2015

La delegada del Gobierno ha presidido hoy el 37ª aniversario de la Constitución Española, junto a la presidenta del Govern, Francina Armengol / Palmer ha ensalzado el Preámbulo constitucional, “una de las partes más claras, concisas, a la par que imprescindible” del texto / La delegada ha añadido que la Carta magna “no es estática, se puede modificar o actualizar, como ya ha ocurrido bajos los preceptos que la propia Constitución contempla, siempre que cuente con el consenso mayoritario de la sociedad española”


La delegada del Gobierno en Illes Balears, Teresa Palmer, ha presidido hoy en Palma el 37º aniversario de la Constitución junto a la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, en un acto celebrado en el Palacio de La Almudaina al que han asistido las principales autoridades políticas, militares y civiles de las Islas.

Después de la tradicional lectura de varios artículos de la Carta Magna por parte de siete representantes de la sociedad balear, la delegada del Gobierno ha tomado la palabra para agradecer, en primer lugar, la presencia de los asistentes, los lectores y la colaboración de todos los que han participado en la organización de este tradicional acto.

Teresa Palmer ha iniciado su discurso recordando el Preámbulo de la Constitución, “una de las partes más claras, concisas, a la par que imprescindible” del texto, según el cual la Constitución “nos ha permitido vivir en libertad, con justicia y seguridad, garantizando la convivencia democrática y respetando las leyes que así lo permiten. Una democracia cuyas leyes son garante de su funcionamiento, responsables de la época de mayor esplendor de España y deben cumplirse como parte indispensable de la convivencia. Las leyes están para cumplirse, no para acogerse a ellas según nos convenga o para obviarlas en aras de fabulaciones o reconstrucciones tergiversadas de nuestra historia o, simplemente, rechazarlas con el objetivo individualista de mantenerse en el poder aunque la sociedad, la voluntad popular, se pronuncie de forma contraria o no le haya dado el respaldo mayoritario”.

Palmer ha añadido que “mucho nos llenamos todos la boca con la palabra Democracia, pero ésta no sólo es poder votar cada cuatro años en elecciones generales, autonómicas o locales. Democracia significa mucho más, significa cumplir con nuestros deberes y obligaciones como ciudadanos, empezando por la Ley de leyes que es la Constitución, que nos proporciona a cambio todas las garantías, derechos y libertades que disfrutamos”.


“Atraemos en el exterior por la variedad que ofrecemos”

La delegada también ha destacado que el Preámbulo “habla de nuestras culturas, lenguas y tradiciones, diferentes entre andaluces o gallegos, entre catalanes o mallorquines, incluso entre mallorquines o ibicencos, pero todas ellas enriquecedoras. Disfrutamos de una democracia que permite la protección de nuestras tradiciones, las de cada Comunidad Autónoma, provincia o pueblo de España…Una democracia que protege no sólo todo aquello que nos une sino también lo que nos diferencia porque eso forma parte de nuestra grandeza. De hecho, esas tradiciones, nuestra cultura es la que sitúa a España como uno de los países más visitados del mundo”.

“Gustamos en el exterior, atraemos por toda la variedad que podemos ofrecer y que, no lo olvidemos, es al mismo tiempo lo que nos une, lo que nos hace fuertes, lo que nos diferencia como país”.

Al respecto de la unidad ha asegurado que ésta “forma parte de la voluntad popular de la mayoría de los españoles, una unidad que traspasa nuestras fronteras, que es el objetivo con el que nació la actual y próspera UE, ese grupo compacto, hermanado, del que nadie quiere quedar fuera”. La delegada ha recordado que “hace tres años decía desde este mismo escenario que, tras una etapa tan complicada como la que hemos atravesado, España tenía que resurgir mejor y también más fuerte como parte imprescindible de una UE, teniendo una voz predominante al lado de las grandes potencias continentales. Una Unión Europea que aboga por una única voz, sin fronteras, donde las aventuras solitarias no tienen cabida”.

Aunque han pasado 37 años de la aprobación de la Constitución y 40 desde la Transición, Palmer asegura que “para una Constitución, son sólo 40 años”. Por ello, se ha preguntado: “¿Qué motivos, si no son personales, partidistas o inexplicables pueden llevar a algunos a apostar por la división de todos los españoles bajo el paraguas de una reforma integral de una Constitución que nos ha llevado a la mejor etapa de la historia de este país? Nadie ha explicado con razonamientos claros por qué es necesaria una reforma radical de una Constitución cuyos preceptos siguen totalmente vigentes”.

La delegada ha añadido que el texto constitución “no es estático, se puede modificar o actualizar, como ya ha ocurrido bajos los preceptos que la propia Constitución contempla, siempre que cuente con el consenso mayoritario de la sociedad española que, conviene no olvidarlo, es la que ostenta la soberanía de nuestro sistema democrático”.

En la segunda parte de su intervención, la delegada ha repasado algunas de los conceptos que ha ido destacando cada 6 de diciembre como:

  • “La solidaridad entre los pueblos, entre los españoles, un principio de solidaridad que nos unió y permitió crecer como país, que algunos parecen haber olvidado, al apostar por aquello que nos separaba y que ya superamos hace 37 años. Porque ha sido así, juntos, con enormes sacrificios de todos los españoles, hemos vuelto a la senda del crecimiento, a la recuperación económica, que aún no llega a todos los hogares, es cierto, lo sabemos, pero que lo hará poco a poco, paso a paso, si continuamos por esta senda”.
  • “También he hecho especial hincapié estos años en el papel de la Corona como garante de la estabilidad constitucional, cuyo relevo ocurrido en junio de 2014 fue ejemplar, reforzando su papel institucional ahora en la figura de Felipe VI, un monarca preparado y comprometido con los problemas de su tiempo y, sobre todo, comprometido con los problemas y el porvenir de su país”.
  • “Tampoco estos años he podido ni querido olvidar el espíritu de la Transición, evocado en la figura de Adolfo Suárez, quien nos dejara también el año pasado, un espíritu basado en la cesión, en la búsqueda del consenso, en el diálogo, en encontrar y ensalzar los puntos que nos unen y desterrar las discrepancias”.

Para finalizar su intervención, ha leído el artículo 6 de la Carta Magna, referente a los partidos políticos porque “es en estos momentos, con una cita electoral en ciernes, cuando los partidos deben expresarse y ofrecer sus soluciones, sus propuestas para que los españoles decidan. Y sin duda, el beneficio común, debería ser, el objetivo en el que deben centrarse todos los esfuerzos y pensamientos de los representantes políticos”.

Al respecto, Palmer ha añadido que “me gustaría volver a recordar algo que sabemos, pero a veces olvidamos: las instituciones no somos los ciudadanos que ocupamos determinados cargos en un determinado momento, de forma temporal. Con toda la humildad del mundo debemos asumir que lo fundamental son las instituciones que representamos y que bajo ningún concepto deben quedar marcadas por posiciones o actuaciones personales”.


Desterrar comportamientos reprochables, corruptos

La delegada considera que “las instituciones del Estado están por encima de cualquier partido o persona, y, por supuesto, deben quedar al margen de malas prácticas, no pueden verse afectadas por actuaciones deshonestas”. En este sentido, “siempre he destacado el valor de nuestra Carta Magna como garante de derechos y libertades, que proporciona legitimidad a sus gobernantes y que es capaz de desterrar los comportamientos reprochables, corruptos. Todos los que apuestan por las malas artes vemos que acaban pagando sus penas, aunque algunos los dudaban hace no tanto tiempo”.

“La inmensa mayoría de los políticos somos honestos, pero hemos entendido la demanda de la sociedad que nos pide más transparencia y proximidad. No sólo se trata de asumir los errores cometidos sino de trabajar intensamente en regenerar nuestro sistema democrático y recuperar la confianza de la ciudadanía, que no deberíamos haber perdido jamás”.

Palmer se ha despedido “con positivismo y confianza en un país maduro, moderno y trabajador, solidario en la desgracia y unido ante la adversidad, acogedor en su variedad y distinguido por su riqueza y entusiasmo. Una confianza que me gustaría alcanzara a todos los rincones de nuestro país para que el futuro de España tenga el esplendor que todos deseamos. Una confianza que arranca desde el respeto por nuestra Carta Magna, a la que uno de sus artífices, el malogrado Gregorio Peces-Barba comparaba con el aire que respiras, que no se nota hasta que falta”.