La visita del ministro de Fomento a Melilla supone un paso decisivo en la mejora del transporte

La visita del ministro de Fomento a Melilla supone un paso decisivo en la mejora del transporte

10/09/2009

En el transcurso de una entrevista concedida por el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, al programa “Lo que queda de día” de Cablemel.

 Escobar ha anunciado la visita de la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, para finales de este mes de septiembre.

  

El delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, manifestó anoche en el programa televisivo “Lo que queda de Día” de Cablemel que “la visita del ministro de Fomento, José Blanco, a Melilla va a suponer un paso decisivo en la mejora del transporte”.
 Escobar ha atribuido a esta visita una gran importancia por lo que supondrá para la mejora de nuestras comunicaciones, tanto aéreas como marítimas, que, por otro lado, apostilla, “desde que gobierna Rodríguez Zapatero han dado permanentemente pasos hacia delante”. Como ejemplo de ello, el delegado se ha referido a la sustitución de los buques de Acciona-Trasmediterránea por otros más modernos, la ampliación a seis meses del periodo de actividad de la alta velocidad y la bonificación del 50% sobre el precio de los billetes de avión y barco, lo que implica, que el Gobierno de España paga la mitad del pasaje a los melillenses que deseen trasladarse a la Península.
 Una bonificación a la que, como anuncio Blanco, no se renunciaría, independientemente de que se consiga abaratar el precio de las tarifas, en lo que al transporte aéreo se refiere, o se declarase la línea con Málaga de interés de servicio público. Todo ello, añadió Escobar con el afán de “establecer precios adecuados, precios asumibles para la gran mayoría de las economías de los melillenses”.
 
 Para el Delegado del Gobierno, es “fundamental que se haya abierto una línea de diálogo con la Ciudad Autónoma. Una línea que ya la anterior responsable del ministerio de Fomento quiso establecer con la Ciudad, planteándole la constitución de una mesa en la que se pudiera alcanzar soluciones sobre el transporte aéreo”.
 Pero para Gregorio Escobar, el transporte es una cuestión de tal importancia para los melillenses, que las decisiones que se acuerden deben ser adoptadas entre todos los representantes de la sociedad local; fuerzas políticas, agentes sociales y económicos para conseguir que la solución a la que se llegue no sea de tipo “coyuntural sino a largo plazo”. 
 Confía el delegado que, en el marco de la confianza mutua que reina entre la Administración local y la central y con las miras puestas en el beneficio de los melillenses en general, se alcance un consenso en pocos meses que repercuta en la ansiada mejora de los transportes aéreos.
 
Nuevas visitas ministeriales
 
A la reciente visita de José Blanco, se unirá a finales de este mes de septiembre la de la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, - ha adelantado el Delegado del Gobierno – quien ha destacado algunas de las “importantes inversiones” con las que llegará a Melilla.
 Entre ellas, la firma de un protocolo en el que se incluirá la segunda fase de plan de saneamiento de Melilla valorada en más de 18 millones de euros y la construcción de un nuevo emisario submarino con un coste de ocho millones. Ambos proyectos destinados a evitar las cíclicas inundaciones que sufre la ciudad. 
 
 
Horcas Coloradas.
 
Otro de los puntos abordados en la entrevista en Cablemel fue el de las obras de las playas y nuevo paseo marítimo de la zona norte de Melilla. Una cuestión, que como la del transporte, implica para el delegado del Gobierno otra base importante en la que se debe sustentar el impulso turístico de Melilla.
 Las obras, en avanzado estado de ejecución, estarán acabadas en el primer trimestre de 2010. Dotarán a la ciudad de una nueva playa de un kilómetro de arena abierta al mar, otra pequeña cala de casi 300 metros y un paseo marítimo de dos kilómetros con todos sus equipamientos al que se accederá desde la carretera de la Alcazaba.
 El Delegado del Gobierno ha destacado que con este proyecto se ha conseguido ganar un frente marítimo que antes estaba sin utilizar y se ha hecho, con el menos impacto medioambiental posible, respetando los últimos acantilados vírgenes que quedan en Melilla y aprovechado el dique de cerramiento del nuevo vertedero controlado de escombros como base para el paseo marítimo, una infraestructura artificial que, con este paseo o sin él, iba a tener que construirse puesto que se hacia necesaria para llevar a cabo la construcción del citado vertedero.