Acordado el texto de Buenas prácticas en la gestión de cuevas con arte rupestre paleolítico
13/05/2011
Por parte de la Comisión de Coordinación del arte rupestre de la Cornisa Cantábrica
- Establece una serie de medidas para garantizar la conservación y el disfrute de estos bienes declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO
Hoy se ha reunido en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria) la Comisión de Coordinación del arte rupestre de la Cornisa Cantábrica, integrada por el Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas de Cantabria, País Vasco y Asturias, para acordar el texto de Buenas prácticas en la gestión de cuevas con arte rupestre paleolítico.
La finalidad de este documento técnico es dar las pautas para asegurar una adecuada conservación y gestión de las manifestaciones de arte rupestre paleolítico de estas cuevas. Las particularidades de estas manifestaciones artísticas, su emplazamiento, así como su especial fragilidad, hacen necesario establecer medidas particulares para asegurar su salvaguarda.
El texto, que ha contado con la coordinación y el consenso de todas las partes implicadas, está destinado a orientar las futuras acciones que se emprenderán en la gestión de estos bienes irremplazables y será elevado a las consejerías competentes Se trata de medidas que abarcan ámbitos muy diferentes y complementarios: desde la protección medioambiental y su relación con las cuevas, hasta el planeamiento urbanístico, pasando por las medidas de conservación preventiva. En definitiva, un conjunto de medidas cuya interacción y puesta en marcha permitirá garantizar la conservación de estas cuevas y su disfrute para las generaciones futuras.
Patrimonio Mundial de la UNESCO
La Cueva de Altamira fue incluida en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 1985, por representar una manifestación artística única por su calidad y ser un testimonio excepcional del Magdaleniense en el sur de Europa. En 2008 este reconocimiento fue ampliado a otras 17 cuevas de la Cornisa Cantábrica en Asturias (La Peña de Candamo, Tito Bustillo, Covaciella, Llonín y El Pindal); Cantabria (Chufín, Hornos de la Peña, Monte Castillo, que incluye Las Monedas, La Pasiega, El Castillo y Las Chimeneas), El Pendo, La Garma y Covalanas) y País Vasco (Santimamiñe, Ekain, Altxerri). Esta extensión permite comprender mejor el fenómeno del arte y los pueblos del paleolítico.