Sanz inaugura en Granada la exposición conmemorativa del centenario del Palacio Müller, sede de la Subdelegación del Gobierno

Sanz inaugura en Granada la exposición conmemorativa del centenario del Palacio Müller, sede de la Subdelegación del Gobierno

10/11/2016


Veintiún gobernadores y cuatro subdelegados han ocupado el Palacio Müller desde su entrega al Estado, hace 75 años


El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz Cabello, ha visitado hoy la sede de la Subdelegación del Gobierno en Granada para conmemorar una doble efeméride en torno al histórico edificio que la alberga, el Palacio Müller, ya que se cumplen 100 años desde que el arquitecto Ángel Casas lo concibiera como vivienda particular y 75 desde que se entregara al Estado como sede del Gobierno en la provincia granadina.

Durante su visita, en la que ha estado acompañado por la subdelegada del Gobierno en Granada, Eva Blanco, el delegado ha inaugurado una exposición monográfica sobre el aniversario del edificio como sede del Gobierno en Granada y ha asistido a una proyección audiovisual sobre el mismo. Posteriormente, ha presidido la Comisión Territorial de Asistencia al Delegado, que reúne periódicamente a los subdelegados de las ocho provincias andaluzas para aunar criterios y coordinar actuaciones.

Presencia vertebradora del Estado
Tras el recorrido por la muestra, Sanz ha afirmado que la exposición inaugurada simboliza “la importancia que tiene la presencia del Estado en todos los puntos de nuestro territorio, como Administración vertebradora de la nación española”, que “vela por la igualdad entre todos los ciudadanos, vivan donde vivan”.

Sanz, que posteriormente ha presidido la Comisión territorial de Asistencia al Delegado del Gobierno, en la que participan todos los subdelegados de Andalucía, ha agradecido la labor que éstos desarrollan en las ocho provincias, “contribuyendo a garantizar la seguridad y la convivencia y colaborando con las restantes administraciones en la defensa de los intereses y necesidades de las respectivas provincias”.

El delegado ha subrayado, a este respecto, que la Delegación del Gobierno en Andalucía, con el apoyo de las ocho subdelegaciones, quiere ser una institución “abierta, cercana, activa, útil y eficaz, en la que los ciudadanos, administraciones y entidades se sientan escuchados” y que “actúe como eficaz canal de comunicación” de Andalucía con los diferentes departamentos del Gobierno, “ayudando a resolver problemas y fomentando la colaboración y el diálogo” permanentes.

“Mi empeño personal es que seamos un foro y eje permanente de encuentro y debate entre administraciones, instituciones y entidades económicas y sociales”, ha dicho a este respecto el delegado.

Otros actos conmemorativos
Para conmemorar la doble efeméride, la Subdelegación del Gobierno ha organizado distintas jornadas de puertas abiertas para que los ciudadanos puedan visitar y conocer el edificio, previa solicitud, de manera que conformando grupos, durante diversos sábados puedan asistir a una visita guiada.

La visita comienza por el jardín, que era lugar de huerta, servicio y caballeriza en los tiempos en los que el edificio era vivienda particular. Sigue por la planta baja, de manera que los visitantes puedan ver el recibidor y la sala árabe y una muestra sobre los gobernadores y subdelegados en la sala de juntas que se completará con un audiovisual. Los ciudadanos también podrán subir a la planta conocida como ‘pabellón’, utilizada como vivienda habitual hasta hace cinco años.

Asimismo, la Subdelegación del Gobierno en Granada ha recibido durante los últimos meses la visita de varios centros escolares, mientras que distintos grupos vinculados a la docencia de la historia, el arte y la arquitectura han mostrado su interés por conocer el interior del edificio.

Edificio centenario
El conocido por los granadinos como ‘Palacio Müller’ cumple este curso 100 años desde que el arquitecto Ángel Casas lo concibiera en 1915 como vivienda particular. En su origen, el proyecto del palacio fue un encargo de la familia López de la Cámara, pero finalmente fue adquirida por los Müller.

José Cruz Nicomedes Müller Huici fue el primer miembro de la familia Müller, procedente de Alemania, en casarse en Granada. Lo hizo con Mathé Montenegro y el matrimonio tuvo seis hijos, para lo que adquirieron el edificio diseñado por Ángel Casas.

El palacio nace, por tanto, como vivienda unifamiliar, con jardín de trazado geométrico a la entrada, donde se levanta un pabellón exento, rodeado por una verja en forja de fundición sobre zócalo de piedra.

El delegado ha explicado que su diseño sigue un estilo nacional, el neoplateresco, en el que en este caso se adopta la tradición palacial del plateresco español. El edificio es más concretamente de estilo ecléctico y aúna diversos estilos que en su conjunto hacen del palacete una obra arquitectónica “de gran riqueza y belleza”, como ha asegurado el delegado.

Situado en el n° 50 de la Gran Vía, es cabecera de manzana con fachadas a calle Gran Vía, Naranjo, Corral del Pollo y Tinajilla, (Antiguamente tenía el número 48).

Sede del Gobierno Civil
A finales del año 1941, el que fuera gobernador hasta el mes de octubre y alcalde antes y después de ser titular del Gobierno Civil, Gallego Burín, anuncia que el Palacio de los Müller pasará a ser la sede del Gobierno en la provincia.

Se tiene constancia de que el edificio y su huerto-jardín pasan a ser propiedad del Estado tras una transacción de 1.350.000 pesetas. Desde este momento, se suceden 21 gobernadores y cuatro subdelegados, con titulares que ocuparon el cargo por periodos de más de diez años, como José María Servando Fernández Victorio y Camps, desde junio del 47 a abril del 56, a otros que apenas estuvieron tres meses.

En 1997, con la LOFAGE, la figura de gobernador civil, creada en el siglo XIX desaparece y se configura la de los subdelegados del Gobierno.

Descripción del edificio
Consta de sótano, planta baja, dos pisos superiores y torres en las esquinas.
En la construcción destaca el movimiento en la disposición asimétrica del conjunto, la gran cantidad de decoración tanto en barandas como en cornisas y la torre que da a una de las calles adyacentes, que toma protagonismo en la imagen del edificio.

El jardín es de trazado geométrico y conserva un pabellón aislado donde consta la fecha de construcción. Por una escalinata curva se llega a un porche también curvo y cubierto por una terraza visitable, y que sirve como antesala del edificio. Esta escalinata está dispuesta no en la fachada frontal de Gran Vía, sino en la lateral, mirando al jardín que, en realidad, es el alzado principal del edificio y se halla enmarcado por dos torres de tres alturas. Bajo la terraza, una arcada de forma abalconada dispuesta en la parte derecha de la fachada de Gran Vía, junto a una torre de cuatro alturas, en la que puede observarse todo un programa de motivos platerescos, como medallones con cabezas humanas, grutescos y decoración de candelieri.

Otros motivos utilizados y que son característicos de este estilo son las balaustradas de los balcones, los grutescos y mascarones de las torres de la fachada principal interior y la crestería con pináculos que rematan los alzados del edificio.

En el interior, un gran hall cuadrado, lo que en un principio era la biblioteca del palacio hoy hace de vestíbulo, con azulejos y suelo de mosaico hidráulico que crea una alfombra formas vegetales que da paso a lo que fue un patio típico andaluz.

Este patio (con una fuente en su centro ya inexistente), alargado y de considerable altura da acceso en su recorrido a las diferentes salas y habitaciones. Con función de gran distribuidor, el patio fue techado. La puerta de entrada original conducía de frente a la escalera de honor con barandilla de madera tallada que lleva al primer piso.

La escalera de mármol rojo con alfombra roja enmarcada en un arco oval posee al fondo de la primera subida, en el descansillo, una vidriera colorida que da paso de la luz natural a la escalinata. El techo del hueco de la escalera está formado por una cúpula portada sobre cuatro pechinas de minuciosa ornamentación de yesería, de la que pende una lámpara de araña en metal.

La finca enriquece su interior con salones lujosamente decorados, una sala árabe en esquina de gran valor (Sala de Fumadores) y elementos como azulejos, artesonados de calidad y labores de carpintería.

La torre de cuatro alturas se presenta adelantada respecto al plano de fachada del resto de la edificación y sigue la alineación oficial de la calle.

El notable edificio tiene además la singularidad de ser, junto con el del Banco de España, el único de la Gran Vía cuya fachada se retranquea de la calle, rodeándose de un jardín interior resguardado por una verja (hecha por la Fundición Castaños).