El éxito en la reducción del contenido de sal en el pan contribuirá a disminuir el riesgo de hipertensión en los españoles

29/01/2009

Sin darnos cuenta, los españoles hemos reducido notablemente la ingesta diaria de sal gracias al éxito del convenio para la reducción del contenido de sal en el pan (2005-2009), firmado entre el Ministerio de Sanidad y Consumo y la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (CEOPAN), y al que también se sumó la Asociación Española de Fabricantes de Masas Congeladas (ASEMAC).
 
Los resultados de este convenio han sido presentados hoy por el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, en la Escuela de Panadería de la Asociación Provincial de Empresarios Fabricantes-Expendedores de Pan de Madrid. Soria ha estado acompañado por el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Roberto Sabrido, el presidente de la Conferación Española de Organizaciones de Panaderías (CEOPAN), Lorenzo Alonso, y el director general de la Asociación Española de Masas Congeladas (ASEMAC), Jorge de Saja.
 
El pan es el alimento que más sodio aporta a la dieta diaria de los españoles (cerca del 20%), seguido de los embutidos. Con el objetivo de reducir esa ingesta de sodio y acercarla a la ingesta diaria de menos de 2 gramos diarios (equivalente a 5 gramos diarios de sal) recomendada por la Organización Mundial de la Salud para luchar contra la hipertensión, Sanidad y los fabricantes de pan decidieron reducir cada año desde 2005 el porcentaje de sal que se añade al pan en su elaboración.
 
REDUCCIÓN CONSTANTE
 
Después de cuatro años de reducción constante del porcentaje de sal en los ingredientes del pan, se ha alcanzado una media de 16,3 gramos de sal por kilo de pan, según ha comprobado la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en un estudio en el que han participado las Comunidades Autónomas, en la toma de muestras, y el Centro Nacional de Alimentación (de la AESAN) y la Universidad de Santiago de Compostela, en el análisis de las mismas.
 
Este resultado está por debajo de los límites que se habían establecido como objetivo (18 gramos por kilo) y se ha logrado cumplir con las recomendaciones de la OMS para reducir los factores que influyen en la hipertensión arterial.
 
 
 
Además, esta reducción se ha llevado a cabo sin alterar las condiciones necesarias para la elaboración del pan.
 
Como parte de la Estrategia NAOS para la lucha contra la obesidad, el Ministerio de Sanidad y Consumo acordó con CEOPAN y la Asociación Española de Fabricantes de Masas Congeladas (ASEMAC) a finales de 2004, iniciar en 2005 un programa de reducción del porcentaje de sal utilizado en la elaboración del pan, y que tendría como objetivo pasar de los 22 gramos de sal por kilo de harina que se añadía en ese momento, a 18 gramos por kilo en un período de cuatro años.
 
Dado el consumo medio por habitante de pan en España (pan fresco normal: 96,88 gramos diarios) y siendo éste la principal fuente de sal en la alimentación de los españoles, se consideró que con un límite de 18 gramos por kilo se cumplirían las recomendaciones de la OMS, que han sido superadas ampliamente.
 
EN OTROS PAÍSES
 
En algunos países de nuestro entorno también se están llevando a cabo planes para reducir la sal en el pan. En Francia partieron en 2004 de un contenido medio de 24 gramos de sal por kilo de harina, superior al español, con el objetivo de reducirlo a 19 gramos de sal por kilo. En el Reino Unido los programas de reducción empezaron en 2001. En 2007 habían alcanzado unas cifras que oscilan entre 16-18 gramos de sal por kilo de harina.
 
Según los datos disponibles, el pan fabricado en Alemania en 2008 tenía una proporción de 20 gramos de sal por kilo, muy por encima de la media española de 16,3.