“La mafias no pueden engordar su negocio a costa de explotar la fibra humanitaria”

30/08/2012

“Las pretendidas nuevas vías de acceso a territorio español por parte de inmigrantes irregulares no pueden estar al servicio de las mafias que negocian sin pudor con los seres humanos”. Así de contundente es una vez más el mensaje del Delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, para quien es intolerable que las mismas mafias intenten explotar la fibra humanitaria “aprovechándose de menores o mujeres embarazadas”.
Para el Delegado del Gobierno en Melilla, “es evidente que no nos podemos dejar chantajear por la cuestión humanitaria, tan sensible a la demagogia, para permitir la apertura de nuevas vías de acceso al territorio español”.
La autoridad gubernativa insistió en que el Estado español presta una atención digna a todos los inmigrantes irregulares que llegan a nuestra tierra, pero reflexionó sobre la necesidad de replantear la consideración que se otorga “a quienes llegan violentando las fronteras utilizando la fuerza o prestándose a situaciones de chantaje humanitario que favorezcan el negocio de las mafias que trafican con seres humanos”.
“Estamos ante una situación muy delicada, en la que todos debemos actuar con total responsabilidad, y cuando digo todos me refiero a España, Marruecos y la Unión Europea. Hay que tener en cuenta que hablamos de territorios muy pequeños y muy próximos a la costa de un tercer país, que no pueden convertirse en un puente aéreo de acceso a Melilla o a la Península, al servicio de las mafias que trafican con seres humanos”.
Abdelmalik El Barkani se expresó de tal modo a raíz de la llegada, ayer miércoles a primera hora de la mañana, de un grupo de 16 inmigrantes a la llamada Isla de Tierra del pequeño archipiélago de Alhucemas.
“El drama de la inmigración irregular y de las numerosas consecuencias negativas que comporta es algo muy visible que los melillenses percibimos muy directamente, pero debemos actuar con responsabilidad porque no es posible admitir, por la vía del chantaje o de la presión, a costa de situaciones claramente provocadas, una entrada indiscriminada de inmigrantes irregulares que son abiertamente manejados por las mafias que hacen negocio a costa de los seres humanos”.
Los 16 inmigrantes que llegaron a la pequeña y deshabitaba Isla de Tierra, sita a unos 30 metros de la costa marroquí, se encuentran atendidos en sus necesidades básicas, y seis de ellos –tres mujeres embarazadas y tres menores- fueron trasladados en la noche del miércoles al Peñón de Alhucemas, para asegurarles una atención más directa por parte de la guarnición militar allí destinada.