LA POLICÍA DETIENE EN LA ESTACIÓN MARÍTIMA A UN JOVEN QUE HABÍA INGERIDO 130 BELLOTAS DE HACHÍS

02/07/2013

Agentes de la Policía Nacional detuvieron el 27 de junio a un joven marroquí de 21 años por un presunto delito contra la salud pública, cuando se disponía a embarcar en el buque “J. J. Síster” con destino a Málaga.

Los policías adscritos a la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (B.R.I.C.), que se encontraban de servicio en el turno de noche, sospecharon de un individuo que guardaba la cola de embarque de pasajeros del ferry de las 23:30 horas. Al llegar a la altura del control de documentación, los agentes pudieron observar que se trataba de un joven que mostraba claros síntomas de nerviosismo, sudoración constante, temblores en los brazos y palidez en la piel.

A la vista de estos signos, los policías de la B.R.I.C. le requirieron para que les acompañase al objeto de realizar un cacheo superficial. Preguntado sobre si portaba algún tipo de sustancia estupefaciente, los agentes obtuvieron respuestas ininteligibles, dado que el joven hablaba de forma entrecortada e incoherente.

La palpación de la zona abdominal y la experiencia policial en casos similares hicieron sospechar que el individuo hubiera ingerido algún tipo de sustancia estupefaciente. Además, el joven se encontraba cada vez peor, por lo que con su conformidad fue trasladado de inmediato al Hospital Comarcal. Las pruebas médicas realizadas evidenciaron que había ingerido multitud de cuerpos extraños, en forma de bellotas, que se encontraban dentro de su estómago e intestino.

La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (U.D.Y.C.O.) de esta Jefatura Superior se hizo cargo del detenido y de las investigaciones posteriores. Tras cuatro días, en los que el joven sufrió intensos dolores abdominales, se han recuperado 130 bellotas de hachís. Por otra parte, la U.D.Y.C.O. no descarta que puedan producirse en un futuro próximo más detenciones relacionadas con este caso.

La ingesta de esta sustancia estupefaciente en estado sólido puede causar la muerte si se rompe alguna bellota de hachís en el intestino y no se dispone de asistencia quirúrgica en breve espacio de tiempo. Tal podía haber sido el caso del joven detenido, si hubiese accedido al ferry y durante las ocho horas que dura su viaje se hubiera roto alguna o algunas de las bellotas que había ingerido.